Capitulo 14

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El cielo había estado nublado toda la mañana. Gruesas nubes lluviosas se acumulaban y el color del cielo era perturbador. Para empeorar las cosas, un viento húmedo estaba soplando. En el momento en el que Taemin salió por la puerta, su dulce rostro se entristeció.

—Probablemente debamos cambiar nuestro punto de encuentro... Últimamente se habían estado reuniendo en el parque donde se habían besado por primera vez. Debido a la cercanía del lugar con la casa de Minho, lo normal era que se reunieran ahí y luego iban al dormitorio de Minho.
Al principio Minho se había quejado alegando que no eran chicos de primaria, pero Taemin no quería que desperdiciaran tiempo reuniéndose en otro lugar y su novio se quedó sin excusas. Cada vez que pasaban por el lugar donde su relación había cambiado por completo, ambos se apretaban las manos. Taemin amaba ese sentimiento extraño.

Desafortunadamente, no había un lugar en el parque que los protegería de la lluvia, trató de llamar a Minho a su móvil, pero parecía estar apagado así que no se pudo comunicar. Detesto que esté lloviendo, pensó.

Mientras caminaba, unas que otras gotas de lluvia comenzaron a hacer patrones en el pavimento. Abriendo un paraguas que había traído con él, se dirigió a su destino casi corriendo. Debido que su casa estaba cerca, Minho probablemente había tenido tiempo de regresar e ir por su paraguas, pero esperaba que ése no hubiera sido el caso. Taemin se sintió inspirado por algo mientras se dirigía al parque, corriendo silenciosamente.

Aunque era temprano en la tarde, por la lluvia no había nadie en el parque. Taemin alcanzó la fuente de agua, pero contrario a sus expectativas, no vio a Minho por ningún lado y dejó escapar el aliento involuntariamente...

—Taemin, por aquí.

—Eh...

—Debajo del resbaladero azul, mira.

Dejó que sus ojos siguieran la voz mientras Minho aparecía debajo del resbaladero azul. Sin embargo, debido a que había poco espacio para cubrirse, ambos hombros de su camisa de rayas verde menta estaban completamente empapados. A pesar de todo, no lucía preocupado mientras Taemin lo alcanzaba y lo cubría con el paraguas. Sin pensarlo, Taemin dijo severamente. —Oye, ¿qué harás si atrapas un resfriado? ¿Y por qué apagaste tu móvil?

—¿Eh...? Oh, estuve en la escuela toda la mañana. ¿Llamaste?

—Lo hice. Estaba preocupado de que estuvieras esperándome aquí. Estaría bien si hubieras tenido un paraguas, pero hubiera sido algo malo si no. Debiste haber regresado a tu casa...

—Oye, ¿por qué haría eso cuando alguien me está esperando? — Ahora era el turno de Minho de molestarse. Titubeó pensando si debía regresar a traer un paraguas, pero no lo hizo porque temía que se cruzaran y por ende no creía que debía ser regañado. Sin embargo, Taemin estaba preocupado por la salud de Minho. Pudo haber estado ocultando cuanto lo extrañaba, pero incluso si no había un obstáculo para los estudios de sus exámenes, si Minho atrapaba un resfriado eso podría arruinarlo todo. Eso sería su propia culpa.

—¿A qué te refieres con que estás decepcionado de mí? ¿Por qué te comportas tan racional? —Inconsciente de los sentimientos de Taemin, Minho retiró la mirada abruptamente. Mientras la lluvia se arreciaba y los cubría por completo, el silencio entre ellos se tornaba más pesado. Había pasado una semana entera desde su último encuentro... ¿por qué tenían que experimentar este sentimiento tan incómodo? Taemin se sentía inundado por una terrible tristeza cuando de repente Minho habló. —Aunque mi ropa se moje un poco, pensé que era mejor encontrarme contigo.

—.........

—¿Acaso esto no es maravilloso? Por fin es el fin de semana, pero jamás me imaginé que comenzaríamos con tus regaños.

Solo el dedo anular lo sabe: El dedo anular solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora