Rafe Holtyn

32 10 2
                                    

Debí agarrar a ese chico y enviarlo a donde mierda hubiera estado su hermano Mert, tal vez de esa manera no lo hubiera metido al sótano, esa extraña y desgreñada chica no lo hubiera visto y tampoco me habría partido la cabeza, mis padres no estarían tan decepcionados de mi y mi soltería y tampoco me hubieran obligado a casarme con esa desastrosa y grosera chica.

Pero si no te obligaron, pensaba.

Ya, no me obligaron, aunque ella me parecía desastrosa, atrevida, grosera, entrometida, peleona, curiosa y podía decir mucho más de ella, cosas negativas. En realidad su rebeldía me había atrapado. Su mirada retadora y su posición desobediente fueron los que me obligaron a casarme.
Nadie podía negarse a mi, ni siquiera ella. Y ella no me quería, de hecho, se deshacía de mí cada que tenía la oportunidad. Ella estaba saboteándolo todo y yo no iba a permitírselo.

Nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora