-Te ves abrumado -dijo el peli-plata dándole una manzana al azabache
-hable de más, que es lo que me pasa, he cometido error tras error y no encuentro la razón
-No busques una razón, no la encontrarás, solo cálmate, no seas impulsivo, eso solo empeorará la situación
-hola - dijo un tercero sorprendiendo a los dos hermanos - ¿puedo acompañarlos?
-adelante, más de 3,000 años sin estar así, es extraño
-incluso en esa época -dijo el rubio- éramos distantes, yo lo era
-si bueno, se cometieron errores.... ustedes los cometieron yo no -dijo sonriendo
-cállate que no eres ningún santo para estar hablando -dijo el azabache
-ya sé, pero no lo tienes que restregar en nuestras caras
-ya buen perdón par de ofendidos
-Estarossa -fue lo último que se escuchó cuando ambos se abalanzaron contra el
Estarossa siempre fue más infantil y animado entre sus hermanos, más de alguna vez había hecho algo como esto, lo que formaba una unión amena entre los tres, Meliodas y Zeldris se encontraban atacando a pellizcos al peli plata hasta que este se lanzó hacia atrás dejando a los mayores a centímetros de distancia
-uyyy que está pasando acá- dijo con una sonrisa el peli plata
-solo cállate ya -dijo ahora el azabache colocando su mano en la cara del menor acomodándose en su asiento ocultando el rubor de su rostro mientras que el rubio se limitó a sonreír
-uno ayudando y tú te freseas
-que estás queriendo decir
-ya nada olvídalo
*
-buscamos en todas partes donde se encontrará
-esto es más difícil de lo que pensé
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