Jin y Kenjaku son padres de Itadori, hijo unico de este matrimonio, es un chico alegre y divertido de apenas 14 años, sus padres eran miembros importantes de la aristocracia, ambos querían regalarle algo inigualable a su hijo que estaba por cumplir 15 años, a lo que decidieron acudir a la familia Zenin. Aprovecharon que Itadori había salido de casa para poder invitar a un miembro importa de esa familia, Toji Zenin.
-Me da gusto que haya podido venir, tengo algo que pedirle.- hablo Kenjaku tranquilo.
-Usted nos ayudó para que nuestro negocio saliera adelante, dígame qué es lo que necesita?.- cuestiono Toji.
-Un regalo muy especial para nuestro hijo, algo que sea inigualable, algo que sea digno de nuestro hijo, su cumpleaños es en dos días y me gustaría que se le entregará después de que todos entreguen sus regalos.- pidió Jin tranquila.
-Esta bien, será como ustedes quieran, dentro de dos días estaré sin falta.- hablo tranquilo el azabache.
Después de esta conversación Toji salió de la casa el ya sabía que clase de regalo le entregará, ya que por el horario Itadori estaba por llegar a casa, ambos pidieron que se sirviera la cena, actuando de lo más normal, Kenjaku había recordado aquella negociación con la familia Gojo.
-Fue una larga negociación con la familia Gojo, lo importante es que logramos seguir adelante con la clínica, ya que después de que los Yaga fundaran la suya, los habitantes de esta ciudad comenzaron a enfermar más, la gran ventaja es que logramos abrir la nuestra.- finalizó tranquilidad.
Itadori abrió la puerta para entrar y oler aquel delicioso aroma de la cena recién servida, se acercó a su madre para abrazarla y saludarla haciendo lo mismo con su padre.
-Dentro de dos días es tu cumpleaños, no quiero que lo comprometas, ya que te tenemos un regalo.- hablo Jin tranquila.
-No mamá, no lo voy a comprometer, le diré a Megumi que venga, harán algo especial?.- cuestiono curioso.
-Si, haremos una reunión, puedes invitar a todos tus conocidos, y te tenemos una sorpresa al final de esa reunión.- explico Kenjaku.
La cena finalizó, e Itadori subía a su habitación mando llamar a Choso hijo de uno de los criados y considerado como su mejor amigo dentro de la casa.
-Sucede algo Itadori?.- cuestiono .
-Si, dentro de dos días es mi cumpleaños y mis padres me tienen una sorpresa, tu no sabes nada.?- cuestiono nervioso.
-Vino un Zenin, y menciono algo acerca de un regalo inigualable, pero no dijo que se trataba.- finalizó Choso.
-Gracias, quédate aquí, pediré algo de leche con galletas, quiero que las comamos juntos.- explico Itadori con una sonrisa feliz.
Llegó el tan ansiado cumpleaños de Itadori, sus padres lo despertaron con un delicioso pastel de chocolate en la cama, pasaron la mañana como una feliz familia, hasta que llegó la tarde y los invitados de Itadori sirvieron un poco de vino, pasabocas y al finalizar aquella reunión entregaron los regalos y Jin dijo que rodearán a Itadori para entregar su regalo.
-Hijo mío, este es un regalo de nuestra parte,por favor acéptalo.- hablo emotiva Jin.
Abrieron la puerta para ver a un esclavo que posee magia, al entrar todos dieron varios pasos hacia atrás ya que si imponente figura aullentaba a todos, Jin miro a Toji con desaprobación.
-Quiere decirme que es esto?.- cuestiono molesta Jin.
-Es un esclavo que fue capturado a una corta edad, se descubrió que posee magia, es único en su descendencia, un regalo perfecto para el pequeño Itadori.- hablo en tono irónico.
-Es sumamente alto, fuerte, podría hacerle daño a mi Itadori, disculpe pero no puedo aceptarlo.- hablo su madre molesta.
Itadori se puso de pie para caminar despacio hasta llegar al enorme ser que se ergia frente a el, sin pensarlo dos veces se acerco para tocar de forma delicada su muslo, logrando llamar la atención del ser, sus padres al ver esto se llenaron de terror, pues temian que aquel hombre lastimara a su hijo, pero su madre tenia el presentimiento que no le haría daño, así que decidió confiar en su hijo.
-Cual es tu nombre?.- cuestiono en voz suave.
-Mi...nombre...es...Ryomen...- hablo entre cortado.
-Por que estás encadenado? Hiciste algo malo?.- cuestiono curioso.
Era evidente que nadie le había hablado de esta forma, una forma tan amable que se sentia extraño pero aceptado, alguien le habia tendido la mano para ir poco a poco saliendo se esa tortura, de pronto su memoria lo llevo a cuando era un niño lo atacaban cruelmente por el color de cabello, color de ojos y sobre todo sabia hacer magia, recordo como era tratado como un animal, se alimentaba con las sobras que dejaban la personas que lo cuidaban, era un total misterio el como sobrevivio, pero aquellas dulces palabras cautivaron de inmediato al gran pelirosa quien se puso en cuclillas para verlo a la cara, deseaba ser tratado con respeto.
-No hice nada, vine por voluntad propia, y tú quien eres?.- cuestiono con voz suave.
-Itadori, creo que sea bueno quedarnos con el, podría hacerte daño.- expreso preocupada Jin.
-Mientras no le quiten las cadenas todo estará bien, me sorprende su conducta, siempre es muy hostil con quién se ponga en su camino, pero hoy delante del Joven Itadori se comportó muy tranquilo.- explico Toji.
-Claro que lo era, si yo viniera encadenado, seria muy violento con quien se ponga enfrente.- expreso molesto Itadori.
Ambos padres no sabían que harían, así que suspiraron miraron a Itadori para cuestionarlo con la mirada, esperando que se resignara de quedarse con el.
-Mama, Papá, me quiero quedar con el, quiero conservarlo, por favor, se que puedo manejarlo.- rogó Itadori.
-Itadori, si quieres dormir más tranquilo puedes encadenarlo a la pared de tu habitación, no tiene la fuerza para romperla, solo asi tus padres podran dormir seguros y tranquilos,si se pone muy agresivo no trates de calmarlo llamame y vendre a solucionarlo.- explico Toji.
-No es necesario, hablando llegaremos a un acuerdo, ahora si me disculpan debo ir a arreglar mi habitacion.- hablo en tono molesto.
Toji le entrego la gran y pesada cadena que tenia en sus manos, no hubo necesidad de jalarlo, ya que Ryomen camino por voluntad propia siguiendo a su nuevo dueño, una vez llegaron a la habitacion Itadori le dijo que se pusiera comodo, Ryomen se sento en el suelo observando con asombro a Itadori.
-Puedes sentarte en mi la alfombra, yo no me molestare por que lo hagas.- expreso Itadori tranquilo.
Continuara.....
Gracias leerlo, denme sus opiniones y como les gustaría que siguiera la historia... Un beso desde México y sobre todo disfruten su lectura.
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Amor Secreto...
FanfictionYuuji Itadori, hijo de una importante y reconocida familia de alto estatus social, su familia es respetada en el ambiente social, político, después de una gran alboroto con la familia Zenin le entregaron un esclavo que tenía una gran malformación, e...