Yuuji Itadori, hijo de una importante y reconocida familia de alto estatus social, su familia es respetada en el ambiente social, político, después de una gran alboroto con la familia Zenin le entregaron un esclavo que tenía una gran malformación, e...
Toji le entrego la gran y pesada cadena que tenia en sus manos, no hubo necesidad de jalarlo, ya que Ryomen camino por voluntad propia siguiendo a su nuevo dueño, una vez llegaron a la habitacion Itadori le dijo que se pusiera comodo, Ryomen se sento en el suelo observando con asombro a Itadori.
-Puedes sentarte en mi la alfombra, yo no me molestare por que lo hagas.- expreso Itadori tranquilo.
Ryomen estaba un poco asustado, no sabía que iba a ocurrir de ahora en adelante, se sentia con un poco de miedo, guío su mirada a Itadori para verlo.
-Que es lo que pasa? Quieres algo de comer?.- cuestiono dulce.
-No quiero molestarlo, no tengo hambre, puedo aguantar.- expreso nervioso.
-Aun así pediré algo de comer para ti, no quiero que me tengas miedo.- hablo Itadori relajado.
Itadori llamo a Choso para pedirle que trajera algo de comer, al entrar observo a Ryomen sentado en la alfombra a un lado de su cama, al verlo el sentimiento de miedo lo lleno y sin pensarlo abrió la boca.
-Digame que hace este monstruo en su habitación, debe sacarlo podría matarlo.- hablo tomando la cadena y jalando.
Itadori observo está acción y se molestó demasiado, Ryomen lo miro con confusión, el sentimiento de angustia se apoderó de él, recordó todos lo malos tratos que sufrió cuando estaba en manos de Zenin, lo que provoco que entrar en un estado de ansiedad y ponerse de pie, Itadori se acercó a Choso para tomar su mano y alejarlo de el.
-No lo toques ni le hables así, ve por dos porciones de comida y regresa sin hacer contacto visual con el.- hablo molesto.
-Alimentara a esta bestia? Puede lastimarlo, debe enviarlo a la caballeriza.- hablo con desagradó.
-Lo que yo haga con el, no es de tu incumbencia, ve por la comida y traela, no lo enviaré a ningún lado, así que solo obedece - ordenó Itadori.
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Créditos a su respectivo autor.
Choso salió de la habitación del pelirosa menor, Itadori se acercó a Ryomen para tocar su mejilla, al estar más cerca de él se dió cuenta que sus ojos son de un color rojo rubí muy intensos y penetrantes, su piel era demasiado blanca y suave, tocó su cabello y para el era sedoso, lo miro con un ligero sonrojo en sus mejillas, Ryomen se sentía demasiado tranquilo y sin pensarlo dos veces escondió su cara en el pequeño cuello de Itadori para relajarse y poder hablar.
-Te protegeré de todo y de todos, tu me has demostrado que aún puedo ser aceptado, mi apariencia aleja a todos de mi lado, pero tú te quedaste conmigo y me has defendido de el.- hablo Ryomen con parsimonia.
