Epílogo

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Disclaimer: Tokyo Revengers pertenece a Ken Wakui

11 años

Su olor estaba ahí, después de tanto tiempo ni siquiera se había olvidado de ello. El calor de su cuerpo la reconfortaba. Parecía que el tiempo no había pasado, para ellos año nuevo de hace 11 años había sido solo ayer.

Shinichiro era más alto que antes, casi tenía que ponerse de puntas al estar colgada de su cuello. El aferraba a su cintura tan fuerte que creía la levantaría en cualquier momento. No sabía cuanto tiempo había pasado, pero no quería volver a soltarlo y descubrir que todo era solo parte de su ansiedad por haber vuelto a Japón.

El sonido de los fuegos artificiales en el cielo los hizo reaccionar y despacio se separaron dirigiendo su vista hacia arriba, entre los árboles podían verse las luces decorando la noche.

Una de las manos de Shinichiro seguía sujetando la cintura de Ume, la otra se movió hasta su mejilla haciéndola girar el rostro suavemente para mirarse por fin.

Shinichiro tenía lágrimas en los ojos, ella también; debían parecer personajes de telenovela en aquella escena y eso la hizo sonreír. Ella también le puso una mano en la mejilla acariciando suavemente su piel, cada vez más se convencía de que no era producto de su imaginación.

De repente el habló.

- Dime por favor que no estás casada ni tienes novio – dijo con un tono de preocupación mientras de ruborizaba, sus ojos aún seguían acuosos.

Ume no pudo evitar soltar una risita divertida al escucharlo, por su cabeza habían pasado miles de opciones para seguir con la conversación después de ese largo abrazo; pero nunca pensó que lo primero que el diría iba a ser con respecto a su situación sentimental.

- no te burles, Ume – tragó saliva ansioso - Necesito saber si puedo besarte ahora mismo – la risa de Ume se detuvo y fue sustituida por un jadeo de sorpresa. El rostro, las orejas y cuello se le colorearon de rojo; por reflejo desvió la mirada hacia un costado. Ni siquiera se dio cuenta de que no le había respondido, Shinichiro estaba entrando en una crisis.

- ¿Ume? - insistió haciéndola mirarlo de nuevo a los ojos, ella se mordió el labio inferior con nerviosismo y lo único que hizo fue negar suavemente. Shinichiro sintió que el corazón se le salía del pecho, no sabía si era de alegría o de nervios.

- Carajo, gracias... - susurró tratando de disimular su euforia interna y sin más acercó a Ume una vez más con la mano que tenía en su cintura, le acarició el rostro sin dejar de mirarla a los ojos y la besó de lleno. Sonaba muy cursi, pero en esos momentos lo único que podía expresar sus sentimientos eran los fuegos artificiales estallando arriba de ellos. Aquella mañana solo pensó en lo molesto que sería salir de casa para un estúpido festival en pleno verano. Ahora agradecía a todos los dioses incluso que Manjiro le hubiese escondido los zapatos, literalmente el dolor en los pies lo habían llevado hasta ese camino donde la encontró sentada.

Ume por su parte aún sentía que estaba soñando, nunca le pasó por la cabeza que se encontraría ahí al muchacho con quien pasó los mejores últimos meses en Japón. Quizás ese Mikey de quien escuchó momentos antes era el mismo que conoció en año nuevo hacía muchos años.

La mano de Shinichiro se cerró en torno al obi del yukata que tenía puesto, estaba desesperado; sentirla cerca y que no se le fuese a escapar era lo único que pensaba. No se iba a volver a ir, no sin el.

Ni siquiera se fijó que justo a unos metros se acercaban su hermano y sus amigos para ver mejor el espectáculo en el cielo, solo escuchó a los demás sorprendidos y gritando de emoción; incluso el hombre que antes vomitaba también se había unido al alboroto, pero para el solo existía Ume en esos momentos. Su preciosa flor de ciruelo.

Flor de ciruelo | Shinichiro x OC |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora