V "Día Lluvioso"

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Narra Raptor:

   Una vez acabamos de lavar la ropa, le conté a Francisco lo que había pasado con el chico del bosque.

   Luego del relato Fran y yo empezamos a hacer teorías, acerca de quien podría ser el chico o que hacia allí, si tal vez estaba de paso o fue hacer otra cosa. En fin varias cosas de las que hablar por el camino.

Cuando llegamos a mí casa, quise invitarlo a pasar, pero él dijo que debía atender algunos asuntos en su casa. Solo moví la cabeza como respuesta y lo saludé con la mano, para luego cerrar la puerta.  

(...)

—Hum creo que iré a lustrar mí armadura y espada, para ya tenerlas listas para mañana—se dijo Raptor para luego comenzar con lo dicho.

   Raptor se encontraba lustrando sus cosas, hasta que unos soniditos de afuera; que al principio eran muy leves se fueron haciendo más potentes y ruidosos, esto llamó la atención del reptil para al final acabar asomándose.

"[¿Eso es lo que creo que es?]" Pensó.

   Al asomar la cabeza el mitad Reptil sintió algo fresco que tocó su nariz, luego en su frente y después consecutivamente por toda su cabeza.

—Oh... Lluvia— comentó alzando la mirada al cielo nublado mientras sentía el viento frío en el pelo.

—...¡OH LLUVIA! ¡MI CABALLO! ¡LO OLVIDE EN EL RANCHO Y ESA MIERDA ESTABA AL BORDE DE DERRUMBARSE CON LA ÚLTIMA LLUVIA!— Se lamentaba alarmado y con los ojos bien abiertos.

   Al decir eso, Raptor salió como un rayo de su casa y fue directo donde debería de estar su caballo.

   Las calles de pierda, así como estaban vacías, estaban resbalosas y mientras Raptor daba un tropiezo tras otro; la lluvia se intensificaba con el pasar de los minutos.

—Uff, uff— jadeaba. Ya casi llego.

   Luego de un tiempo corto de corrida, el prota consiguió llegar dónde se proponía. Frente a él, un gran establo no muy bien tratado, de madera podrida y baja calidad y no mucha agua o comida.

   El reptil empujó la puerta bruscamente y se adentro al establo gritando:

—¡Kebira! ¿Donde estas? ¡Ven!— lo llamaba Raptor con la voz alzada.

Se escuchaban a los caballos que se encontraban allí relinchando alarmados y trotando en su lugar al no poder salir o más bien dicho no podían escapar de la lluvia y los destrozos que habría en ese lugar.

—¡Kebira!— gritó explorando los pasillos para encontrarlo.

   De pronto el ruido de un relincho lo hizo voltear en su lugar para luego presenciar a un caballo de gran tamaño, pelaje cómo blanco la nieve, con un rombo negro en el centro de su frente, ojos oscuros y profundos.

   El animal, le inclino la cabeza para que su contrario lo acariciase.

—Ah~ me tenías preocupado Kebira— suspiro aliviado dándole la caricia buscada.

—Vamonos— murmuró a su caballo.

   Con esas palabras Raptor abrió la puerta de dónde estaba el caballo, ató una cuerda en la boca a su mascota y tiró suavemente de ella para que él se moviese.

   Nuestro protagonista se habría ido sin dudar, pero no pudo evitar mirar a los demás caballos que se encontraban allí sin poder salir.

—Ay no— se decía lamentado.

—No puedo dejarlos, pero no puedo llevarlos tampoco—

   Justo en ese momento, las puertas del rancho se volvieron a abrir fuertemente, alterando más a los animales.

—¿Eh?—

   Raptor vió a un chico de cabello oscuro, ojos grises, de ropa una chamarra roja y un gran sombrero ubicado en su cabeza.

—¿Hola?— murmuró el chico.

   El prota permaneció en silencio, devolviéndole el gesto con la mano.

   El joven desconocido miro de reojo al caballo del contrario y se dirigió donde estaban los otros animales.

   El chico abrió la puerta de tres caballos; uno gris, otro marrón claro y uno manchado.
Y sin más el desconocido, puso riendas a sus equinos, tiró de ellas para luego salir del lugar y desaparecer en el pueblo lluvioso.

—...— bueno, creo que esos eran los últimos caballos que quedaban. Habló Raptor a su mascota.

Este respondió con una sacudía de crin.

—Bien, vamonos ya está haciendo frío— dijo para llevar a su caballo de vuelta a la casa.

   Al llegar Raptor dejó al caballo en su patio , donde hay un techo para que no se mojara con la lluvia.
    Tomó unas leñas y prendió fuego en la chimenea de su casa. Humo salía de varias casas del pueblo, la de Raptor no fue la excepción, pero valla que valió la pena.

—Ah~ ahora sí estoy calentito, ya lustre mí armadura y salve a mí caballo de que le caiga cualquier cosa del cielo— se felicitaba.

   Raptor se recostó en su sillón de cuero y, de la mesa de madera de su casa, sujetó el sobre enviado por el Rey con una sonrisa.

—Mañana será el día— dijo estirándose en su asiento aún con la sonrisa.

   Un trueno retumbó en el cielo e iluminó la calle que daba al bosque, debido a la luz Raptor volteó a ver en aquella dirección.

Una silueta se presenció allí. Al momento de terminar el brillo está, desapareció.

El reptil tragó saliva. —De seguro no fue nada Raptor— se decía para calmarse.—Ya luego lo investigaras.

Luego de unas horas el prota entro en un profundo sueño...


Final del capítulo!!! Se que no es tan largo como los suelo escribir pero bueno es lo que hay TwT. Gente nosé si valla a actualizar tan seguido -w-, en tres días tengo una presentación la cual no estudie, tengo tremendos trabajos sin terminar y una nueva exposición para 2 semanas, sin mencionar las pruebas😩 Ayuda.

Porfa dame tu estrellita 🌟 para motivarme a seguir escribiendo qwq.

Sin más los quierooo muchoo bayy 👒



"Bajo La Capucha"  °~Spartor~°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora