Capítulo 9 ꢤꢆ

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ᵕ̈ Todos los créditos a; @Seungfly




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Pequeña aclaración: El personaje de Woobin fue inventado por la autora original.

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Era 30 de diciembre, en esta fecha todos se preparaban para a la media noche recibir el nuevo año y despedir al viejo.

Así mismo a armar pequeñas metas que lograrían ese año, aunque mayormente las personas parecían olvidarse de la existencia de esa lista a los pocos días.

O al menos eso era en algunos casos... pero no en el de Sunghoon.

El pequeño Son de la familia se encontraba en la mesa haciendo una de esas listas, algo común cada casi fin de año.

-¿Como vas Mina? -pregunto Chaeyoung a su esposa al lado.

-Bien, bastante bien diría yo, esta vez plantearé metas que no se me compliquen -dijo Mina dándole una última ojeada a su pequeña pero importante lista.

Esta vez lo lograría, claro que lo haría.

- Espero que tener otro bebé, sea uno de ellos -bromeó Chae haciendo a la castaña sonreír avergonzada.

- ¡No digas eso delante de Sunghoon! -exclamó algo avergonzada.

Entonces fue cuando ambas adultas miraron a su pequeño frente a ellas, viendo al pequeño Sunghoon sumamente concentrado en lo que hacía.

Se acercaron a su lado y vieron el dibujo que ahora hacía, parecía ponerle bastante esmero al ver los crayones nuevos que le había traído Chaeyoung ya casi por la mitad.

- ¿Qué hace mi bebé? -preguntó con una dulce voz Mina acariciando los suaves y azabaches cabellos de su hijo.

- Estoy dibujando mami -contestó quitando el fleco que se colaba en su pequeña frente, este le impedía la visión al ya estar grande.

Chaeyoung al ver a su pequeño hijo quejarse de este, con una sonrisa fue hasta su habitación y tomó alguna de sus ligas para cabello e hizo una colita con el largo cabello de su hijo.

- Que inteligente -halago Sunghoon tocando la pequeña colita que le había hecho su madre - gracias mami.

Ambas mujeres se sonrieron entre sí.

¡Su hijo era demasiado tierno!

Sin duda hacer el proceso de inseminación fue una de las mejores decisiones que pudo tomar aquella pareja. Obviamente por ser mujeres no podían tener un hijo al no tener una relación con algún varón.

Querían adoptar, pero por insistencia de Chaeyoung decidieron probar con la inseminación ya que la mencionada quería que sus hijos tuvieran alguna característica de ambas o solo de una.

Querían a una versión mini de alguna de ellas.

Así fue como nació el pequeño Sunghoon, una pequeña réplica de Mina que ambas mujeres amaban con todo su corazón. Si bien solo Mina lo había tenido entre su vientre, Chaeyoung se había tomado la tarea de hacer una figura "paterna" solo que a su manera.

Ambas eran madres de Sunghoon y ya, no importaba la sociedad y su estricta y cuadrada mentalidad, eran sus vidas y ellas decidían como vivirla.

Chaeyoung se acercó y besó la mejilla de Mina con mucho cariño, amaba demasiado a su esposa.

Y claro Mina también la amaba a ella.

Mina se acercó un poco más dejando un piquito en los labios de Chaeyoung quien gustosa sonrió.

- ¡Termine! -exclamó feliz levantando su dibujo por los aires, haciendo que la pequeña burbuja de amor de las féminas se vieran interrumpidas por su bebé.

Por poco se olvidaban de que su niño estaba allí.

- Y que dibujaste mi cielo? -Mina se sentó al lado de Sunghoon observando bien la hoja coloreada que le mostró su pequeño.

- Somos tu, yo, mamá Chae y Jake -relató feliz- ustedes son mi familia.

La pareja se miró por unos momentos, se sonrieron mutuamente y asintieron al mismo tiempo con una mirada cómplice.

Creo que el momento indicado era aquel día.

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Con miedo a ser visto se escabulló lo más rápido que pudo entre los pasillos de aquel grande establecimiento. No quería ver ni encontrarse con nadie.

Todo ese cuento que la señora Jihyo le había dicho acerca de que todos serían amables con el, era demasiado falsa.

Jake en cuanto vio los pasillos despejados decidió caminar algo más tranquilo.

Todos dormían o al menos eso pensaba el pequeño híbrido mirando lado a lado con apuro.

Con suerte y llegaría al baño antes de hacerse pis.

-¡Miren! ¡Encontré al monstruo! ¡De a seguro va a comerse a alguno de nosotros! -gritó la voz de un niño a la lejanía.

-¡Tenemos que atraparlo! -esta vez la voz de una niña escuchándose.

Volteo en dirección hacia atrás.

Como hubiera deseado no hacerlo...

Tras de el tenía a casi la mitad de los niños del orfanato.

Corrió y corrió como pudo hasta llegar a los baños en donde cerro la puerta con pestillo y se sentó sobre el retrete abrazando sus piernas.

Tenia miedo, mucho miedo.

-¿Dónde te escondes pequeño monstruo? -preguntó una voz algo ronca.

Una voz que conocía a la perfección, esta atormentando sus días y por si fuera poco sus noches también. Era uno de los chicos mayores del orfanato, su nombre era Woobin quien junto a más de 10 niños habían hecho de su estadía un martirio. Las palabras feas hacia el, los empujones y otras maldades de los niños hacia el, solo hacían que el pequeño se sintiera más que miserable.

Posterior a eso escucho las puertas de cada cubículo resonar, siendo fuertemente azotadas.

-¡Sal ya! -gritó la voz de Woobin con brusquedad.

Fuera de los baños todo parecía como si estuvieran atrapando un criminal o más bien confundiendo a uno, a alguien inocente que no había dicho o hecho nada malo para ganarse ese desprecio.

Uno de los chicos fuera señaló al único baño cerrado.

- Bueno... como no quieres abrir pues entonces, solo nos tendremos que marchar...-dijo Woobin "saliendo" de los baños.

Jake escucho los pasos salir por lo que creyó que ya se habían ido.

Que tonto fue...

Al abrir la puerta, más de 3 niños ya lo tenían luchando contra la puerta, Jake intento con todas sus fuerzas cerrarla, pero aquellos niños eran más fuertes que lograron sacarlo.

Con cubetas rellenas de agua comenzaron a ser lanzar el contenido al pequeño híbrido, empapando a Jake de la cabeza a los pies, esto repitiéndose una y otra vez hasta que cayó al suelo al resbalarse con el agua.

Jake tapó con ambas de sus manitas su rostro ahora llorando con fuertes sollozos que solo hicieron reír a aquellos pequeños vándalos con malicia.

O al menos hasta que una voz en específico lo sacó de todos sus pensamientos.

- ¡Jake! ¡Jake! -se escuchó a través de los pasillos.

El pequeño de cabellos plata levantó su mirada tratando de agudizar sus oídos.

Esa era la voz de...

- ¡Sunghoon!

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My brother is a hybrid ‧₊˚ SungJakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora