Eᒪ ᗪOᖇᗩᗪO ᗩᗰᗩᑎEᑕEᖇ

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La luz del sol traspasaba la ventana de la habitación de Tulio, las ligeras líneas brillantes blancas y ligeramente amarillas llegaban hasta su cama, tornándose cálida.

Justo al darse la vuelta, está alumbró sus cerrados ojos y lo hicieron quejarse y despertar con el ceño fruncido al sentir un repentino dolor de cabeza por el cambio de iluminación sobre su rostro.

Abrió los ojos con lentitud al apartar el rostro de la luz, observó el suelo de la habitación, era de madera y brillaba.

Se sentó con lentitud sobre la incómoda superficie de la cama para llevarse una mano a la frente y suspirar.

Observó el mueble que estaba al lado de los pies de la cama, sobre él estaba una mochila vieja y su camiseta.

La habitación era muy pequeña, él y Miguel rentaban dos habitaciones baratas en una posada para dormir y descansar, a veces rentaban una, pero el día anterior había sido diferente.

Tulio se sentía exhausto, tal vez se debía a qué el estrés comenzaba a reunirse en su cuerpo.

Llevaba varios meses sin acostarse con nadie, a veces llevaba a una chica, pero un día su pene dejó de levantarse, simplemente dejó de sentir deseo por el cuerpo femenino.

Aquello disgustaba a más damas que terminaban huyendo enojadas, ya que pensaban que ellas no despertaban el deseo en aquel hombre, era la realidad pero a ellas les gustaba sentirse sexys.

Tulio conocía la razón, y eso le molestaba, su deseo estaba centrado en una sola persona.

Él era bisexual, se enteró después de acostarse con una mujer por primera vez.

Recordaba aquella noche con mucho disgusto, ya que también fue la noche en la que Miguel perdió su virginidad con otra mujer.

No lo sabía en ese momento, pero el pelinegro busco una mujer para hacer lo mismo por despecho.

Después siguió haciéndolo por la misma razón... Se enteró de sus sentimientos la última vez que se acostó con una mujer hasta llegar al final.

Recordaba a aquella curiosa mujer negra con un espectacular cuerpo, estaba recostada sobre la cama mientras lo observaba vestirse.

Mantenía una gran sonrisa divertida en su rostro mientras observaba el disgusto en el rostro de Tulio.

"Pareces disgustado, ¿No te gustó?"

Recordaba su suave voz, a pesar de lo que decía, no se veía molesta como otras mujeres, tal vez se debía a qué ella lo veía solo como un chico con el que solamente dormiría esta noche. Sabía que era algo casual.

"¿Por qué piensas que no me gustó?", preguntó con cierta molestia al mantener su mirada baja, fijándose de que se estaba colocando bien el pantalón.

"Fue obvio qué pensabas en alguien más... Cerrabas los ojos y cuando te corriste, mencionaste un nombre"

Tulio recordaba su sorpresa y confusión, ya que en ese momento no recordaba mencionar algún nombre.

"¿Qué?, ¿Cuál nombre?, No recuerdo mencionar a alguno", preguntó con confusión al verla justo después de cerrar su pantalón.

"No deberías de forzarte a pasar la noche con alguien cuando deseas estar en la cama de otra persona, es grosero y debe de ser muy doloroso para ti"

"Yo no deseo estar en la cama de alguien en específico, disfrute mucho estar contigo"

"Eso no me pareció cuando susurraste el nombre de Miguel, pensé que solo eran amigos"

The secret of the gods and loversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora