La marea agitaba el barco en dónde se encontraban, Tulio se encontraba en la esquina de un calabozo dentro del mismo, con una mano en su rostro.
Miguel se encontraba de pie, observando su alrededor con detenimiento mientras que colocaba una mano en su barbilla.
Hacia una mueca y tenía arqueada una ceja, pensativo, planeaba buscar algún punto débil en la celda para escapar.
Mientras tanto, el otro retiraba su mano de su rostro lentamente, mostrando su amargo y furioso rostro.
Al llevar mal el plan de escape después de su farsa, acabaron en el bote de Cortes y al dar mal unos cuantos pasos... ya estaban allí, acabados, con hambre y adoloridos.
— ¿Qué haces? —, le pregunto impaciente y amargo.
Miguel se giró hacia él con su típica sonrisa de oreja a oreja, cargada de energía.
— Estoy pensando de que debe de haber una madera suelta, algo —
— Estamos dentro de ¡UN BARCO! —, exclamó Tulio con gran furia.
Miguel hizo una mueca y arqueo una ceja, confundido se encogió de hombros, provocando que el otro soltara un exasperante suspiro.
— ¿Y eso que tiene? —
— ¡Esto no es una prisión o un calabozo cualquiera!, Estamos dentro de un barco, si salimos de aquí, probablemente nos encontremos con algún tripulante o el mismísimo mar, que nos ahogará —
— Oh... Pero, tu tendrás un plan, ¿No?, Siempre tienes uno —
Tulio se levantó mientras gruñía con molestia, en su rostro, mostraba un ojo morado y una mejilla ligeramente hinchada debido a una pequeña golpiza que recibió al ser azotado.
Habían sido por órdenes de Hernán Cortez para después mandarlos al calabozo. El seguía adolorido, pero no tenía idea de la situación de Miguel.
Cuando estuvo de espaldas, logró ver manchas de sangre en su espalda, está no estaba rota, así que parecía que le habían quitado la camiseta para azotarlo.
Pero al contrario de él, Miguel seguía con la misma actitud, su espalda le dolía como el infierno, pero seguía comportándose como siempre.
Aquello le levantaba un poco de ánimo, siempre aquella amable y alegre sonrisa que le hacía enseñar sus radiantes dientes lo hacía sentirse bien, siempre estaba en esa actitud frente a cualquier adversidad.
Pero, como siempre, tenía que amortiguar esa emoción y excitación que sentía por amargura.
— ¡Claro que lo tengo!, Siempre he sido el de las ideas —, dijo con orgullo mientras sacudía el polvo de sus pantalones, entonces se acercó a Miguel, esta vez, sonriendo con decisión, — Un plan un plan un plan —, Comentó de forma repetitiva mientras caminaba en círculos.
Miguel se sentó en el suelo mientras sonreía y lo observaba expectante.
El pelinegro observó a Miguel con un ligero rubor en sus mejillas, era adorable la forma en la que se sentaba en forma de mariposa.
Entre sus manos mantenía una manzana que había caído desde arriba hace unos momentos.
Tulio se llevó una mano a la barbilla, pensativo al observar hacia otro lado, de repente su sonrisa se amplió.
— ¡Ajá! —
Entonces se dirigió al rubio para sentarse frente a él, con una sonrisa maniática, comenzó a hablar haciendo mímica.
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The secret of the gods and lovers
FanfictionMiguel y Tulio han sido mejores amigos desde que tienen conciencia, son un buen equipo estafador que vive dependiente del otro. Tulio es consciente de sus sentimientos hacia el otro, lo ama y desea con tanta pasión que pierde siempre ante los pedido...