ᗩᗰIGOᔕ ᑕOᑎ ᗪEᖇEᑕᕼOᔕ

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Miguel sostuvo aquel miembro con una mano mientras que su lengua salía con lentitud y acariciaba la punta como si la estuviese saludando.

La introdujo con lentitud a su cálida boca mientras la sostenía con su otra mano, sosteniendo la parte más baja del pene para masturbarlo con lentitud.

Tulio jadeó ante la repentina ola de calor en sus mejillas y entrepierna... Se sentía muy bien.

"¿Cuánto ha practicado este bastardo?, ¿¡Y con quiénes!?", Pensó.

Sus manos lo masturbaban con movimientos cortos y suaves de arriba hacia abajo mientras que su boca se concentraba en la punta.

Su cabello dorado y húmedo rebotaba y se mecía cómo pequeñas olas siguiendo el movimiento de su cabeza.

Sus largas y doradas pestañas se mantenían cerradas, sus blancas y rosadas mejillas se hinchaban con el movimiento de la punta del pene y de los movimientos de su lengua en su boca.

Sus caderas se elevaban al inclinar su cabeza, asomando ligeramente su desnudo, húmedo y blanco trasero.

Por su piel caían gotas del agua de las aguas combinadas con el sudor de su cuerpo que era iluminado por la misma humedad.

Todo eso era admirado por Tulio, el cual hacia una gran mueca al intentar resistirse al climax.

Pero todo explotó cuando Miguel abrió los ojos y lo observó a los suyos con cierto deseo mientras arqueaba sus cejas.

— ¡Ngh! —, gimió entre dientes al hacer una mueca y juntar los dientes al tratarse de contener.

Aquella mirada fue suficiente para que su cuerpo se estremeciera hasta el éxtasis, explotando tan pronto por toda la tensión que salió en un segundo.

Miguel soltó el miembro al dar un salto por la sorpresa, se llevó una mano a la boca, elevando ambas cejas por la sorpresa. 

Tulio se había corrido en su boca y garganta, además, había sido una gran cantidad.

Llevaba meses sin conseguir correrse, estaba realmente espesa.

— ¡Mi dios!, ¡No lo tragues!, ¡Escupe! —, le ordenó Tulio angustiado mientras se metía en el agua y extendía sus brazos hacia él.

El rubio bajo la mano al abrir la boca y sacar la lengua, el semen líquido y espeso comenzó a resbalar con lentitud.

Hizo una mueca de disgusto, tenía un sabor amargo y le desagrado, pues algo se había tragado.

— Bleh... —, se quejó al sentir ciertas lágrimas salir de sus ojos.

Al elevar la vista, se agitó al encontrar la mirada fija se Tulio, el cual se encontraba justo frente a él.

Paralizado, Miguel tragó lo que quedaba en su boca, aquello lo hizo volver a saltar y darle la espalda al otro.

Escupió un par de veces sacando la lengua.

— ¡Buargh!, Sabe muy mal —, se quejó.

De repente sintió una mano en su cintura, giró su cabeza con sorpresa, topandose con el rostro de Tulio muy cercano a él.

Su mirada era anhelante, cargada de deseo y pasión. Era la primera vez que lo veía de esa forma.

— Tulio, ¿Qué- Mh —, fue silenciado cuando besó sus labios.

Miguel mantenía unos ojos muy abiertos, confundido y sorprendido ante los movimientos de Tulio, el cual parecía querer comérselo. Era su primer beso con él.

The secret of the gods and loversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora