𝐃𝐄𝐒𝐈𝐃𝐄𝐑𝐈𝐔𝐌 (𝑆𝑐𝑎𝑟𝑎𝑚𝑜𝑢𝑐ℎ𝑒 𝑥 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎)

03

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—¿Oh?—

—No pensé que te vería aquí—El heraldo se dio la vuelta, descartando sus cuchillas hidráulicas.

—..._____—llamó.

—¿Qué estás haciendo aquí, Childe?— Lo miré, invocando mi espada de nuevo.

—¡Sí! ¿Qué estás haciendo aquí? ¡Terrorista de Snezhnayan!— Escupió Paimon, cruzándose de brazos malhumorada, haciéndome mirarla y cuestionar su forma de hablar.

'¿Cuándo diablos Paimon...?'

—De todos modos, ¿puedo invitarte a almorzar hoy?—Preguntó casualmente y caminó hacia nosotras, como si no hubiera intentado matarme en el pasado.

—¡¿EH?!—Paimon jadeó, con los ojos muy abiertos hacia Childe y luego mirándome de un lado a otro

— ¿Childe fue tan amable con nosotras, _____?—

'Quiero decir, él es malditamente rico, así que...'

—Espera—Paimon dejó de balbucear y se volvió hacia Childe

—¿Qué pasa si esto es otra trampa, eh?, Nos atraerás y nos envenenarás o algo así para poder destruir-. —

—Nunca haría eso, ya no, o tal vez... ¿no esta vez?—Él la interrumpió, agitando su mano en desacuerdo.

Bueno, Paimon podría tener razón, es sospechoso. Es un heraldo fatui, después de todo, están tras la gnosis de los arcontes, además el zarista puede estar detrás de algo más que la gnosis.

Pero por ahora, mi instinto me dice que no está aquí para nada de eso.

Por supuesto, diría eso, es un mal tipo. ¿Pero se lo prometió a alguien? ¿Podría ser el zarista o Zhongli? En otros sentidos, podría ser razonable que ya no destruya a Liyue porque la zarista ya tenía lo que quería. Además, lo que le hizo al puerto de Liyue fue en su mayoría innecesario al final.

—Supongo que, por ahora, podemos establecernos—. Declaré, descartando las preguntas que quería hacerle en mi mente.

—¡Muy bien! Gracias, _____—Sonrió encantado y cerró los ojos cuando la actitud de Paimon cambió repentinamente. Dado que Childe nos está tratando bien hoy, ella ya sabe lo que vendrá después.

—Pagarás, ¿verdad? ¡¿Verdad?!— Los pies de Paimon se balancearon mientras volaba hacia Childe con entusiasmo.

—¡Claro, solo pide lo que quieras!— Guiñó un ojo y se rió mientras Paimon chillaba de emoción. Supongo que debería descansar por ahora.

—¡Vamos _____, no podemos perdernos el menú especial de hoy!— gritó Paimon, tirando de mi manga mientras los tres empezábamos a caminar hacia el puerto.

—Bien, bien, no comas demasiado o no te llevaré después y lo digo en
serio— Le fruncí el ceño, haciéndola tragar saliva con ansiedad.

—T-Tal vez solo tome dos órdenes
de...—Entonces ahí va, retirando todo lo que dijo, haciendo que Childe se eche a reír. Suspiré agotadoramente y los seguí por detrás.

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—¡¿HAY MÁS?!—

Empecé a sudar cuando Paimon gritó de repente cuando llegó otro carrito a la mesa lleno de platos diferentes.

—¿Nos los vamos a comer todos...?— Levanté una ceja, mientras la boca de Paimon babeaba y los camareros colocaban cuidadosamente la comida en nuestra mesa.