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En el camino, Jeongin fue escuchando música. Habían recuperado algunas pertenencias de Hyunjin (entre ellas su celular y los auriculares que compartían), cuando la señora Yang, acompañada por su marido, habían caído de sorpresa en la casa de los Hwang.

La mujer le había dicho todas las cosas que se le cruzaron por la mente, mientras el señor Yang aprovechaba la situación para ir hasta el cuarto de Hyunjin, tomando todo lo que parecía importante (no conocía mucho las pertenencias de Hyunjin, así que sólo se llevó lo que él creía que era importante, y tuvo que aguantarse al rubio cuando hizo pucheros porque no le habían traído sus libros o su peluche favorito).

Ambos recordaban con diversión cuando, en medio del griterío entre las dos madres, Yeji había llegado a casa para preguntar qué mierda estaba pasando.

Cuando su madre le explicó a gritos que aquellos estaban invadiendo su casa, que además tenían retenido a Hyunjin y que estaban urtando sus cosas, la chica entendió todo.

Y en vez de apoyar a su madre, fue hacia el señor Yang y lo ayudó a cargar las cosas de su hermano.

Gracias a Yeji, el rubio tenía cosas que sí le eran importantes, como los auriculares que Jeongin tenía puestos, porque la chica sabía prácticamente todo de la relación, y el valor de cada cosa.

Sintió su celular vibrar, estaban a medio camino de donde sería el campamento, pero el paisaje ya estaba más verde y la ciudad había quedado muy atrás, así que se sorprendió al tener señal.

Es una mensaje de su hermana.

"Te tengo una sorpresa, calvo" decía, con todo el cariño del mundo.

Hyunjin le mostró el mensaje a Jeongin, quién se encogió de hombros, sin saber qué sería.

Rápidamente, tecleó su duda, sólo para recibir el emoticón de un mono cubriendo su boca, indicando que Yeji no le diría nada.

Suspiró, sabiendo que sería inútil insistir, conocía a su hermana y sabía que no le diría.