Red Moon | KNY; Giyu Tomioka

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ARCO UNO "SELECCIÓN FINAL" | CAPÍTULO TRES
"SABITO Y MAKOMO"

"Hay aproximadamente cien asesinos de demonios, forman una organización no reconocida por el gobierno. No obstante, cazan a los demonios desde la antigüedad.

Aun así, es un misterio quien lidera a los cazadores.

Demonios... se alimentan de humanos, los matan y devoran. No se sabe cuándo ni de donde surgieron.

Tienen una capacidad física asombrosa y pueden regenerar sus heridas. Son capaces de conectar de nuevo sus miembros cercenados o generar nuevos. Algunos pueden cambiar su forma y poseen otras habilidades.

Solo los mata la luz del sol o decapitados con una katana especial.

Los asesinos de demonios se enfrentan a ellos siendo humanos, eso implica que sus heridas sanan lento y no pueden recuperar los miembros que pierdan. Pero les plantan cara de todos modos para proteger a la humanidad".

— Yo soy un instructor, mi trabajo es instruir a espadachines, hay muchos instructores. Cada uno entrena espadachines a su manera en un lugar distinto. Para convertirse en asesino de demonios, tienen que sobrevivir a la selección final en el monte Fujikasane... seré yo quien decida si pueden participar en ella o no.

Los hermanos Kamado escuchaban atentamente las palabras dichas por Urokodaki.

Cada día descendían por la montaña, acostumbrándose a la falta de oxígeno del lugar, sus pulmones resistiendo cada bocanada de aire, pero el nivel de dificultad aumentaba tras pasar los días.

Tras bajar por la montaña sosteniendo una katana fue aún más difícil, los hermanos caían en más trampas que cada vez eran más peligrosas.

Por las noches, Tanjiro escribía en su diario que era especialmente dirigido a Nezuko, mientras que Akane observaba a sus dos hermanos sentada al lado de la castaña de puntas anaranjadas, esta no despertaba de su sueño, al parecer, infinito.

El señor Urokodaki les enseño a manejar la katana, con la amenaza de romperles los huesos si llegaban a romper una de estas. Pero cada vez que se enfrentaban a su instructor terminaban en el suelo, golpe tras golpe caían en la tierra.

Aprendieron de diversas posturas de pelea y técnicas de respiración, Urokodaki les enseño las diez posturas de respiración de agua y la llamada respiración de concentración total. Les hizo entrenar en agua, bajo una cascada, tenían que ser uno con el agua.

Pasaron seis meses y Nezuko no despertaba, tras la preocupación de los hermanos, el señor Urokodaki llamó un médico para que la examinara pero este no había encontrado nada inusual.

Por orden del señor Urokodaki, los hermanos ahora entrenaban en lugares separados y solo se reunían cuando tenían que aprender alguna lección.

Cada noche Akane subía al tejado del hogar de su maestro para practicar la respiración de concentración total, empezó por horas, luego cada mañana en su entrenamiento bajando la montaña, después al entrenar con su katana esquivando las trampas y ya en la noche al meditar, pasaron meses hasta que sintió un cambio en su cuerpo y en su forma de entrenar... aún le faltaba un largo camino para perfeccionarla.

Uno de aquellos días la pelirroja caminaba tranquilamente por el bosque después de un arduo día entrenando en el río cerca de la montaña, sus ropas aún húmedas a pesar del brillante sol que se iba escondiendo lentamente.