🦖044|No golpear🦖

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Las niñas y Jungkook eran algo que no se completaba muy bien, al igual que Jimin y su compañera

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Las niñas y Jungkook eran algo que no se completaba muy bien, al igual que Jimin y su compañera.

Si había un "porque" y en algún punto entendía a sus hijos.

Ya eran dos niñas las que molestaban a Mimi sobre su habla y vestimenta.

Mientras que a Koo le hacen burla para que el explote contra todo mundo, su hijo era de temperamento fuerte y no se pasaba a la ligera una broma.

Entonces por segunda vez de lo que iba el mes de noviembre se encontraba en la sala de padres esperando a la maestra encargada.

Ahora no vinieron por Koo, el problema fue por Mimi.

Ayer había vuelto del colegio con el lado izquierdo de su cintura roja y lamentablemente ambos padres tuvieron que presionarlo para que hable y diga lo que pasó.

Vió su celular cuando este sonó.

Amor

¿Ya comenzó? estoy yendo

Aún no llega la maestra, apúrate que estoy que me lanzó a golpear a los padres de la mocosa

Está bien

Tu hermano me llamó, dice que Taehyung no deja de llorar

Suspiró y guardó el celular evitando mirar al par en frente suyo.

—El mes pasado tuvimos la misma reunión, no veo el porqué de esta— el hombre gruñó con un iPad en su mano —¿salir de la oficina porque Jeongyeon le dió un pellizco a ese niño?

—Ya le hable a tu hija pero no me hace caso— la esposa murmuró por lo bajo.

—Señor Kim ¿cuánto desea por no pedir más reuniones?— sacó su cartera.

—La salud mental de mi hijo no tiene un precio, su hija le hace bullying desde que comenzó el año— cruzó sus brazos.

—Hable con su hijo, dígale que la golpee, matará dos pájaros de un tiro— sonrió con arrogancia —aprenderá a defenderse y le enseñará a mi hija a no molestar a otros.

—No gracias, no le enseñamos violencia a mis hijos.

—Bien por usted pero así lo hará más débil.

Jin respiró profundo tratando de calmarse.

El celular volvió a sonar está vez en una videollamada.

Se levantó y salió de la sala.

Hoseok.

—¡Jin escúchalo, no es normal!— exclamó con desesperación y volteo la cámara mostrando al rubio en la carriola llorando a gritos.

—¿Tomó su biberón?

—¡Si!

—¿Pañal?

—¡Está seco!

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