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"Las fugas de energía maldita suelen presentarse cuando el usuario permite la acumulación de ésta".
La médico a cargo usaba ese tono de reprimenda que el azabache solía escuchar dirigido a su tutor cada vez que éste cometía una tontería —lo cual sucedía con regularidad—, que le estuviera hablando de tal modo significaba que verdaderamente la estaba jodiendo.
"No es para tanto, Shoko-san", dijo, comprendiendo al instante que le convenía más haber guardado silencio pues los orbes castaños de la mayor destilaron cólera. "Quiero decir, Maki, mis compañeros y Õtami-sensei están a salvo... Yo también, así que me esforzaré por no repetir mi descuido".
"No sé a quién pretendes engañar, Megumi-kun", habló, moviéndose por el área destinada a la fungir de consultorio. "A diferencia de la mayoría de estudiaste, tú contaste con el privilegio de adentrarte al mundo de la Hechicería a edad temprana. Has aprendido del manejo de la energía maldita de la mano del Hechicero más poderoso de todos los tiempos, no puedes decirme que 'no es para tanto', cuando lo es..."
El chico tendía a ignorar a cualquier persona que le diera un sermón innecesario, pero tratándose de Ieiri Shoko, una de las pocas personas que mantenía la constancia dentro de su precario núcleo familiar. Al ser la mejor amiga de Gojo Satoru, se convirtió en una especie de tía, alguien con quién podía contar incondicionalmente, especialmente cuando Tsumiki o él enfermaban y el albino a su cargo no tenía la más mínima idea de qué hacer. Comprendía que estuviese actuando tan molesta, ella tomaba con extrema seriedad su bienestar, así que la dejó proceder, aún le pareciera irritante el hecho de perderse las clases impartidas por su sensei favorita.
Mientras la médico realizó los estudios pertinentes con el propósito de comprobar que su cuerpo y reservas de energía estuviesen dentro de los parámetros de normalidad, su mente revivió el momento exacto en que Õtami-sensei se acercó a tranquilizarlo, recordó lo bonita que se veía con los lazos plateados que ataba a su oscura cabellera, el delineado que resaltaba su enigmática mirada gris y los labios que se moría por probar, pues seguramente con el lip-gloss que se aplicaba a diario sabrían a frambuesa y esa era una de las pocas frutas que él disfrutaba.
"¿Hay algo que te esté molestando?", Shoko cuestionó, escuchado el aumento del ritmo cardíaco que repentinamente presentaba el estudiante a través del estetoscopio. "¿O por qué tú corazón se aceleró?"
Megumi negó, sintiendo que palidecía y aquello hizo que Shoko se preocupase más, doblegando sus esfuerzos por encontrar la causa de los males que aquejaban al hijo adoptivo de su mejor amigo. Finalmente, luego de varias pruebas y algunas horas destinadas a la observación, la médico descartó cualquier padecimiento físico y concluyó que el azabache transitaba otro periodo de rebeldía.
"Tienes que dejar de contenerte", dictaminó.
"¿Qué?", apático, elevó sus ojos hacia el rostro de la mujer. Si tenía que volver a pasar por aquella tonta conversación sobre demostrar su potencial, se daría de baja de Jujutsu Tech. "No me estoy conteniendo".
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𝐓𝐄𝐀𝐂𝐇 𝐇𝐈𝐌 | Megumi Fushiguro | JJK [ +18 ]
Fanfiction╔══════════▣◎▣══════════╗ . Gojo-sensei ha decidido asignarle . . a la mejor profesora de su planilla . . la misión más importante: . . enseñar a Fushiguro Megumi . . la forma adecuada de conquistar . ...