Capítulo 1

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Nunew oprimió el botón snooze de su reloj despertador mientras bostezaba. Parpadeó contra la luz de la mañana un par de veces antes de voltear su cabeza para mirar el despertador. No podía ser ya de mañana. Se sentía como si acabará de dormirse. Gimió al oír el llanto de hambre que venía del fondo del pasillo , empujó lejos el sueño de su aún cansado cerebro mientras frotaba sus ojos con las palmas de sus manos. Con un profundo suspiro, se rodó sobre su espalda, mirando al techo. 

El cielo seguía oscuro en el exterior, y sus ojos seguían ardiendo por sólo una hora más de descanso nocturno. Sabiendo que él estaba pidiendo lo imposible, tiró las sábanas a un lado y bajó las piernas por un lado de la cama. Maldijo cuando sus pies tocaron el frío suelo, después bostezó y se estiró mientras se dirigía al baño. Se hizo cargo de su negocio matutino y entonces cepilló sus dientes. Nunew miró en el espejo su reflejo después de enjuagar su cepillo de dientes y guardarlo. Pasó su mano por el crecimiento de barba sobre su cara que aún tenía que afeitarse. No es que él quisiera una barba. Es solo que nunca tenía tiempo extra para afeitarse. Parecía que últimamente no tenía tiempo para muchas cosas, sacudió su cabeza y se enjuagó la boca. Después de apagar la luz del baño comenzó a caminar por el pasillo. Abrió la puerta del dormitorio donde los gritos podrían romper los tímpanos.

—Hey amiguito, ¿Qué es todo este alboroto? — Nunew arrulló mientras levantaba a Nat de su cuna y lo llevaba a la mesa de cambio. Una buena limpieza, talco, y un pañal limpio,  él fue a la cocina por una botella caliente. Una vez que Nat estuvo arropado en su brazo y silenciado por la succión de la leche habitual, Nunew volvió sobre sus pasos, golpeando en la puerta frente al cuarto del bebé.

— Janis, levántate, corazón —gritó Nunew a través de la puerta mientras mecía a Nat en sus brazos. Esperó por la respuesta usual que sabía que vendría.

—Está bien, está bien —llegó un gemido que sonaba como si fuera amortiguado por las cobijas.

Nunew negó con la cabeza, sabiendo que tendría que volver en cinco minutos y repetir el proceso. Era un ritual matutino al que se había acostumbrado. De hecho, había algo reconfortante al respecto, pero tan temprano en la mañana, maldición, ojala pudiera averiguar exactamente lo que era.

—Vamos amiguito, tengo que prepararme para el trabajo. —Volvió a su dormitorio y puso a su hermanito en su cama y acomodó almohadas a su alrededor. Una vez que Nat estaba seguro en la cama, Nunew sacó su uniforme de trabajo del armario y lo puso sobre el borde de la cama. Se rio de los pequeños ruidos que Nat estaba haciendo mientras se quitaba su pantalón para dormir. Con el frío que hacía, se vistió lo más rápido que pudo y entonces cargó a Nat una vez más.

—¿Te levantaste, Janis? —le gritó desde el pasillo mientras llevaba al bebé de regreso a su cuarto y empezaba a prepararlo también para su día.

—¡Dios, ya me levanté! —gruñó Janis sonoramente a través de su puerta. Nunew rodó los ojos. 

—Espero que tú no seas así de difícil cuando cumplas doce —le susurró a su hermano. Una vez que Nat estuvo vestido, Nunew llenó la pañalera y cambió la ropa de cama. Él estaría demasiado cansado para cuando llegara a casa, y pensar en el futuro siempre lo salvaba de unos cuantos pasos extra.

Una gruñona Janis con aspecto de zombi entró en la cocina, dejándose caer en una silla apoyando su cabeza sobre sus brazos cruzados, tratando de volver a dormirse.

—Vamos cariño, ya sabes la rutina. Ve a buscar tu mochila para la escuela — Nunew dijo mientras sacaba un tazón de la alacena y lo ponía sobre la mesa—. Tú no quieres llegar tarde.

Nunew hacía malabares con Nat en un brazo. Había aprendido a hacer un montón de cosas con una sola mano dada su repentina paternidad. Sirvió cereal para su hermana pequeña, después agarró la leche del refrigerador. Gracias a Dios era viernes. Él podría dormir mañana, tal vez, suponiendo que Nat no lo despertara muy temprano.

El Vicepresidente de NuNew - ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora