Capítulo 3

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-¿Estás seguro de que te sientes bien?

Nunew miró a los ojos de Zee. Estaban llenos de una preocupación que lo dejaba perplejo. Nunew le parpadeó al vicepresidente, todavía medio dormido, y luego miró hacia abajo en sus sucias cutículas. La forma descuidada en que lucían sus uñas, sólo le recordaba a Nunew su humilde condición.

Este era el porqué la preocupación de Zee, lo desconcertaba. Él había estado manejando la prensadora, soñando despierto con tener una sola mañana para dormir en forma ininterrumpida, cuando una mano se posó en su hombro, sorprendiéndolo. Dio un salto y se dio la vuelta, viendo a Zee de pie, sobrepasándolo con una mirada de preocupación en sus ojos.

-Sí, señor. Estoy bien. - Nunew tuvo que luchar contra el bostezo que amenazaba con seguir a esa mención. Cuidar a un niño enfermo era agotador, y a él le vendría muy bien un día más de sueño. Infiernos, necesitaba una semana entera. A este punto, un coma estaba comenzando a lucir bien.

- Zee -el vicepresidente lo corrigió por millonésima vez.

-Sí, señ... Zee. Estoy bien. El bebé estaba enfermo. -Ahí estaban sus palmas húmedas otra vez. Nunew agarró el trapo, limpiándolas. Para cualquier otro, parecía como que estaba limpiando la grasa de sus manos. Se contuvo cuando su cuerpo automáticamente trató de inclinarse más hacia Zee.  Nunew se maldijo por su reacción. No podía entenderlo, afortunadamente su máquina bloqueaba las miradas indiscretas de los testigos de la visita improvisada del vicepresidente y de su no -tan- normal reacción.

-¿Tienes hijos? -El rostro de Zee decayó.

Nunew juró que escuchó la decepción en la voz del hombre. Zee quitó la mano del hombro de Nunew y la metió en el bolsillo delantero de sus pantalones. Por una vez, Nunew no era el único que lucía incómodo.

-No. - Nunew juntó sus cejas frunciendo el ceño mientras se preguntaba de qué el vicepresidente estaba hablando. Nunew no tenía hijos.

-Pero acabas de decir bebé. - Zee estaba mirándolo con una aturdida expresión. Con su cabeza inclinada hacia un lado mientras sus manos salían de sus bolsillos, cruzándolas sobre su pecho con la confusión comprimiéndose en esas hermosas facciones.

¿HERMOSAS?

Espera... hubo una declaración hecha, una pregunta formulada. ¿Cuál fue? Ah sí, Zee estaba refiriéndose a su hermano y hermana. Santo Dios, Nunew necesitaba dormir. 

UH. -Oh no, me refiero a mi hermanito, señor.

- Zee.

-Lo siento.

-¿Te haces cargo de tu hermano? - Zee vio el cambio de abatido a intrigado una vez más.

-Y de mi hermana también. ¿Es eso un problema? - Nunew preguntó defensivamente. ¿Tenía Zee algo en contra de los niños? Él esperaba que no. Janis y Nat eran su vida, y ellos estaban primero, antes que alguien o algo. Si era reprendido por llevar al bebé al doctor, entonces él suponía que tendría que buscar otro trabajo. Nunew frunció el ceño al pensar en eso. Los trabajos eran escasos en todas partes en este momento. Realmente necesitaba este. POR FAVOR, NO DEJES QUE ÉL TENGA UN PROBLEMA CON ELLO.

-No, en absoluto. ¿Puedo preguntarte cómo llegaste a hacerte cargo de ellos? - Zee apoyó su cadera contra uno de los carros de la máquina prensadora de Nunew.

Nunew lo miró por un momento. ¿Acaso no sabía el hombre, cuán sucias se volvían las cosas aquí? Sus pantalones iban probablemente a tener grasa y manchas de suciedad. Nunew levantó la vista para ver a Zee observándolo. ¿Cuál fue la pregunta de nuevo? Tenía que pensar mucho para recordar.

El Vicepresidente de NuNew - ZeeNuNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora