Héroe de Sangre Guerrera

Un mundo de héroes

"¡¿A QUÉ SE REFIERE CON QUE MI BEBÉ NO PUEDE SER UN HÉROE?!"

"Lo sentimos señora, pero el Don de su hijo es simplemente demasiado peligroso hasta para él mismo."

"¡EXIJO UNA EXPLICACIÓN DOCTOR!"

Una gota de sudor recorrió la cara de un señor algo bajo de estatura, su cabello era grisáceo producto de su vejez. "Verá señora, tengo entendido que usted es de la cuarta generación de Dones, si no es mucha molestia podría preguntar ¿cuáles son los Dones de usted y su esposo?" La señora, una mujer de cabello negro amarrado de tal forma que parecía un bollo japonés, asintió con la cabeza.

"Mi Don me permite fortalecerme cuando me enojo. Aunque no estoy muy segura del Don de mi esposo, por lo que tengo entendido vuelve su cuerpo más fuerte y resistente."

"Ya veo. Bueno, tal parece que su hijo ha heredado una versión mucho más fuerte del suyo, señora. Cuando su hijo experimenta emociones fuertes aumenta todas sus cualidades físicas enormemente. Sin embargo, durante las pruebas detectamos que no solo afecta a su estado físico, sino también a su conducta." Explicó con calma el doctor.

"¿A qué se refiere con eso? ¿Acaso algo le sucede a mi bebé?" Preguntó la mujer, cambiando su enojo por preocupación a su vez que observaba a un pequeño niño que se encontraba a su lado.

"Verá, cuando usted trajo a su hijo con nosotros y le hicimos las pruebas correspondientes nos dimos cuenta de que al utilizar su Don entra en una especie de trance en el cuál casi todas sus cualidades se ven potenciadas. En un principio nada fuera de lo normal, el problema es que cuando su hijo se encuentra en ese trance pasa a ser extremadamente agresivo y se deja llevar fácilmente por sus emociones, es incapaz de controlarse en ese estado. De cierto modo se vuelve salvaje y peligroso para la gente a su alrededor. Lo siento, pero si el joven Son no se vuelve capaz de controlar sus emociones jamás podrá ser un héroe."

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"Peleaste muy bien, te felicito." Dijo con una sonrisa un hombre cuyo pelo dorado se movía debido a los fuertes vientos del lugar, tocando suavemente con una mano a un extraño ser verde y naranja que estaba extremadamente hinchado mientras que con su otra mano colocaba dos dedos en su frente.

"¿P-Papá?" Respondió confundido un niño igualmente de cabello dorado.

"Por favor hijo, dile a tu mamá que me disculpe. Siempre hice las cosas a mi manera sin hacerle caso." Los ojos del chico se abrieron con sorpresa tras esas palabras.

"No.. por favor no."

Su padre solo lo vio con orgullo en sus ojos antes de desaparecer por completo. "Cuídate mucho, Gohan."

"¡PAPÁAA!" Gritó Son Gohan con desesperación al ver a su padre sacrificarse para salvarlos a todos.

Su padre había muerto por su culpa, debió matar a Cell cuando tenía la oportunidad. Fue arrogante y se dejó llevar por sus emociones, quería torturar a ese monstruo por todo lo que había hecho, estaba furioso y fue esa misma ambición de venganza la cuál mató a su padre. Tras unos cuantos segundos, un destello azul hizo acto de presencia junto a una presencia de Ki gigantesca.

"Parece ser que el doctor tenía razón. No soy un héroe." Impotencia y furia recorría cada centímetro de su cuerpo al ver a uno de sus amigos ser atravesado en el pecho por un rayo de Ki, pero ningún sentimiento se comparaba a la profunda decepción que sentía en él mismo.

7 años después.

Gritos de terror y pánico se hacían presentes en las calles de la Ciudad del Oeste. Una persecución se llevaba a cabo después de que la policía fue notificada acerca de un asalto que transcurría en el banco de la Ciudad del Oeste, y pese a sus esfuerzos la policía era incapaz de capturar al pequeño grupo de ladrones.