Final.

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Ya había pasado 1 semana desde lo sucedido, Spreen tenía sus ataques de tos y sus dolores de pecho acompañados con los dolores en su espalda y estómago mientras sentía que algo se removía dentro de el, realmente estaba arto de sentir eso solo deseaba morir, no sentirlo más, ya no escupir más de esas mierdas, estaba arto y dolorido, quería llorar, pedir ayuda, pero se vería patético, solo ocultaba lo que pasaba y continuaba con su vida, ignorando completamente el hecho de que extrañamente rosas enteras comenzaban a salir de su boca, ya no solo eran pétalos, era la flor completa, ya no solo eran gotas de sangre, era más que eso, realmente se sentía abrumado pero no pediría ayuda, era una tontería, ignoraba el hecho de estar mal por un chico, ese chico que lo traía locamente enamorado, ese chico que no se fijaba en el, ese chico que no es homosexual ni bisexual, ese chico que es hetero, ese chico el cual se confesó a una chica, ese chico...Ese chico era todo para el.
Realmente no salía ya mucho de su casa, no quería que sus amigos lo vieran en ese estado pero siendo sinceros ¿A quien le gustaría que lo vieran de tal forma?, Bueno a mí no, pero lo evitable es inevitable, sus amigos un día lo visitaron...

-HOLA SPREEN!

-¡¿Para que hacen?! ¡Locos!, ¡Largo de acá!

-Dale Spreen hace mucho no convivimos juntos. <3

-Quackity llévate a Rubius, Missa, y todos los demás, no los quiero ver.

-Ay que pinche agua fiestas, dale Spreen no seas así.

-Missa...Por favor no quiero visitas me siento cansado.

-Pero has estado así ya una semana entera -Hablo el oso de color café.

-Exacto...

-¿Y?, Largo por favor.

Sentía que su corazón dolía pero le restaba importancia, suspiro y se hizo bolita sobre la cama procurando dormir pero una voz familiar hizo que abriera sus ojos en par y temblará levemente.

-Chicos!, Ya llegué perdón por no llegar antes, estaba con Jaiden.

Estaba con Jaiden.
Estaba con Jaiden.
Estaba con Jaiden.

Ese nombre resonó por la cabeza del oso pelinegro el cual comenzó a llorar, el simple hecho de saber que el castaño estaba perdidamente enamorado de Jaiden e incluso que ahora eran más cercanos le desgarraba el alma, se levantó de su cama y los saco a todos para poner seguro a la puerta e irse a acostar para dormir.
Pero como ya sabemos Spreen tiene un grabé problema, de un momento a otro se encontraba escupiendo nuevamente aquellos pétalos y flores llenos de sangre, sentía su cuerpo doler, comenzó a sentir como las lágrimas se apoderaba de el y el dolor incrementaba.

-R...Roier...S...sálvame...

Hablo con el poco aliento que tenía arrastrándose a la puerta, no creía lograrlo, se levantó con las pocas fuerzas que tenía, camino tambaleándose, casi callendo, abriendo aquella puerta encontrando a sus amigos caminando a otra dirección, camino y con las fuerzas que su garganta le dio hablo.

-!R...ROIER...Y...O...T...TE AMO...S...ALVAME...U...NA...VEZ... MÁS!

Capto la atención de todos sus amigos los cuales voltearon a verlo, Roier estaba atónito, Spreen camino en dirección al castaño pero antes de llegar se desplomó en el suelo mientras comenzaba a gritar y sentir sus pulmones tronar, una flor salió de la boca del pelinegro haciendo que la sangre saliera a montones, todos miraban estupefactos, la escena era una pesadilla, de su amigo pelinegro salía una planta desde su boca y raíces comenzaban a salir del lugar donde se supone se encuentran los pulmones, la sangre salía a chorros y montones, Spreen se retorcía de dolor en el piso sin poder hablar, sintió las lágrimas recorrer sus mejillas y de un momento a otro se quedó quieto...Aquel dolor termino, había muerto a base de un amor no correspondido, habia muerto...De amor.

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¿Acaso esto es un castigo o...Una maldición?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora