CAPÍTULO 1: SCARED HEART CLUB, THE BEGGINING

46 3 0
                                    

(EL CLUB DE LOS CORAZONES ASUSTADOS, EL INICIO)


Si me hubiesen dicho que los sueños se cumplían nunca lo habría creído. Hay tantos sueños frustrados, sueños que nunca han podido ser realizados, que quizá había perdido la ilusión de poder realizar el mío. Pensaba que la llamada no iba a llegar nunca.

Aquel iba a ser mi mayor reto. Más de una vez Lola me había dicho la poca constancia que tenía, y no le faltaba razón, éramos amigas desde infantil, y al parecer siempre me lanzaba sus palabras a la primera de cambio.

Cada vez que nos mandaban un trabajo o la opción de realizar un proyecto, ella siempre me recordaba que mi poca constancia me haría abandonar en cuanto pudiese. La verdad, es que esos trabajos los llevaba bien, aunque siendo sincera, acababa el mismo en el último día y en el último momento de todos.

Lola siempre debía morderse la lengua hasta que llegase el nuevo caso del que ella nunca creía que fuese a terminar.

A pesar de que me lo recordase cada dos por tres, y a pesar de que yo misma sabía lo que me ocurría, nunca he dudado en dejar de meterme en nuevos planes que sabía a ciencia cierta que dejaría de lado, aunque en el fondo, muy en el fondo pudiese albergar esa pequeña esperanza de que todo saldría tal y como quería y a poder ser de la mejor manera posible.

Con esa pequeña esperanza había soñado mucho y ahora más que nunca la necesitaba. La necesitaba porque sí, así como soy iba a embarcarme en una nueva aventura y claro está, aunque no fuese algo obligado me gustaría poder contar con la aprobación y un poco de esperanza por parte de mis dos mejores amigas, Lola y Abril.

Si así fuese me sentiría feliz, porque oye, no es un reconocimiento en el que me vayan a premiar, ni uno muy importante en el que me vayan a dar un premio, pero al menos sería algo, aunque esta vez estoy decidida. Sí, estoy decidida a iniciar ese gran proyecto que tengo entre manos, que no es nada más ni nada menos que poder realizar mi sueño, que no es otro que poder montar mi peluquería. Llevo soñando con ello desde que tengo memoria, desde aquella vez que peiné una muñeca por primera vez. Aquello era sin duda lo que quería hacer y a lo que quería dedicarme, por tanto, con su aprobación y esperanza o sin ellas, aquello estaba totalmente decidido, ya era hora de cambiar mi mala fama y aquel era un buen motivo después de todo.

Así que aquí estoy yo, esperando recibir esa llamada que me diga que todo aquello no son locuras mías y que me diga que realmente se puede hacer realidad.

Al cabo de un rato estaba ya dando vueltas por la habitación, a punto de tener la tentación de morderme las uñas, y casi al borde de un ataque de nervios, cuando al fin suena el teléfono y literalmente me abalanzo sobre la cama para llegar a cogerlo.

— ¿Sí? Azahara al teléfono.

— ¿Aza, eres tú? ¿Por qué pareces muy rara y a la vez estirada? ¿No lees la pantalla del móvil antes de descolgar?

— ¡Lola! ¡¿Qué haces llamándome ahora?! ¡Necesito libre el móvil!

— ¡Uy! ¿Qué estás haciendo Aza? ¿No habrás ligado?

— ¡No, Lola! No todo gira en torno a eso. Por favor, estoy esperando una llamada importante.

— Venga Aza, enróllate un poco y me cuen...

Acababa de mi colgar a mi insistente amiga y sé que no había estado demasiado fina, porque después me iba a pedir muchas explicaciones y yo simplemente estaba muy nerviosa por si acaso estaba ocupada la línea cuando entrase esa llamada tan importante. Si de verdad esa llamada no fuese tan importante para mí, no habría hecho eso, pero no tenía otra opción. Me estaba poniendo nerviosa y lo último que podía hacer era contarle el chisme a Lola, mi amiga cotilla, porque sí, la queremos mucho, pero cotilla es un rato. De modo que hecha un manojo de nervios, y en parte por aquella llamada en mal tiempo, volvió a sonar el móvil y esta vez sí, al descolgar miré la pantalla para cerciorarme de que de verdad por fin era la llamada tan secreta.

El Club De Los Corazones AsustadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora