Pasado

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Me encontraba esperando en la salida de la escuela a Luz desde hace 10 minutos, y ni rastro de ella. Ni siquiera contestaba los mensajes o llamas.

"¿La habrán llamado otra vez a la oficina del director? No, me hubieran mandado a llamar o tal vez se habrá olvidado un…"

Mis pensamientos fueron abruptamente interrumpidos por agua que cayó sobre mi cabeza, acompañado de varias risitas. Al volterme pude ver a Jessica y a su grupito.

"Malditos"

Ouh perdón, no te vi, pensaba que eras el bote de la basura –dijo ella con un puchero, aumentando las risas de sus acompañantes –Pero tómalo como un favor, ya no oleras a esa rareza que tienes.

"Lucía controlate, debes ir a buscar a Luz"

Lamento que tengas una visión de mierda como para no poder ver desde un inicio los cuernos que te ponía tu ex –dije, causando que las risas pararan de golpe.

"Justo en el blanco"

Tch, por lo menos yo si tengo una vida amorosa mejor que la tuya, idiota –dio media vuelta y se alejó junto con su séquito.

Sacudí un poco mi cabeza para quitarme el agua y salir a buscar a Luz. Camine por afuera de la escuela, esperando verla a través de las ventanas en alguno de los salones, pero nada, no estaba.

"¿A dónde se habrá metido esta niña?"

Sin embargo, antes de ir a buscar a la otra parte de la escuela, escuché pequeños sollozos provenientes del callejón de la basura. Al asomarme pude verla, hecha bolita y con sus manos sobre su cabeza. No espere ni un segundo más y me acerque a mi pequeña hermana, tirando mi bate a un lado y poniéndome a su altura.

¿Luz? –subio la mirada y antes de que pudiera decir algo más se abalanzó a mi, abrazándome. Pase mi mano por toda su espalda en forma de tranquilizarla –Tranquila pequeña, ya estoy aquí, todo está bien –no, nada estaba bien.

Pasaron dos minutos hasta que los sollozos pararon.

¿Mejor?

Un poco –murmuro sin soltarme.

De acuerdo, ahora me vas a contar que te paso –la oí quejarse un poco hasta que hablo.

Pero me juras que no te enojaras.

Depende, pero me controlare –se alejo un poco de mí–Vamos Lu…– al alejarse completamente de mí me quedé en shock.

Toda su ropa estaba llena de tierra, al igual que un poco de su cara en la que tenía un pequeño corte en la mejilla y se veían sus ojos cristalizados e hinchados.

Me hervía la sangre –¿Quién te hizo esto?.

Dijiste que te controlarías –suspire, era cierto –Quiero ir a casa, por favor.

Claro, peque.

Ambas nos levantamos, tomamos nuestras cosas y empezamos a caminar en dirección a nuestra casa.

¿Cómo te fue en tu partido de béisbol? –preguntó cortando el silencio.

Eh, bien, ganando como siempre –falso, ese día me habían expulsado del equipo por un tipo que se había metido sólo para impresionar a su novia. Da igual, de todas formas ya no iba a poder seguir llendo a los entrenamientos de la tarde para poder ir a recojer a Luz de la escuela –¿Cómo te fue en tu exposición del libro de Luzura?

Bueno, descubrí que soy a la única que le gusta.

Habras querido decir que somos las únicas que nos gusta.

Ambas reímos, a las dos nos encantaba la saga de Luzura. Sin embargo, Luz paro en seco.

¿Sucede algo? –pregunte alzando la mirada, delante de nosotras había un grupito de chicos de la casi misma edad de Luz riéndose, sin percatarse de nuestra presencia.

"Así que fueron ellos"

¿Podemos irnos por el bosque? Por favor –su mano temblaba.

Claro.

"Me las pagarán muy caro"

Ahora íbamos caminando por un pequeño sendero del bosque. Ibamos a tardar un poco más pero no importaba, todo para no hacerle recordar lo que sea que le hayan hecho esos idiotas a mi hermana.

Al cabo de caminar unos minutos escuchamos un peculiar sonido, un ulular, cosa extraña ya que a penas eran las cinco de la tarde.

¡Mira! –señalo Luz al pequeño animal, aunque era un tanto extraño.

Nunca había visto uno tan pequeño, ni que pudiera cargar una bolsa de basura el solo.

¡El que logré alcanzarlo podrá poner lo que quiera en la tele! –asentí.

Ambas empezamos a correr detrás del búho, desviandonos del sendero, pero no nos importo. Yo estaba a la delantera por obvias razones y fue cuando pude ver algo que me dejó sin habla. El búho había atravesado una puerta un tanto estraña de una pequeña cabaña bastante vieja. Me pare en seco siendo seguida por Luz quien, como yo estaba sorprendida.

¿Qué es eso? –se fue acercando poco a poco a la puerta.

¡Luz, espera! –me interpuse entre ella y la puerta.

Lucía hay que cruzarla.

No, ¿estás loca? No sabemos que hay al otro lado.

Pues descubramoslo, no todos los día una puerta magia se te aparecerá –Mi mente se nublo por todos los resultados posibles que podría pasar si lo hacíamos, pero todo se esfumó cuando volvió a hablar –Tengamos una aventura como en los viejos tiempos –me extendió su mano y tras dudarlo un poco la tomé, ahora las dos estábamos avanzando hacía esa puerta "mágica", entrando en esta.

Quién diría que esa habría sido la mejor decisión que pude haber tomado.
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Espero les haya gustado el primer capítulo.
No. de palabras: 900

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