Una pequeña omega de aroma a cereza se encontraba en uno de los bailes de realeza que habían elaborado sus padres.
Para la castaña era común asistir a este tipo de eventos, lo cuál no le sorprendió mucho ya que solo habían parejas bailando al ritmo...
Una linda omega de 16 años se encontraba observando el paisaje desde el balcón del palacio, tan solo aquel suceso podía relajarla para mantener su tranquilidad.
Su habitación estaba inundado de su dulce y delicado aroma a cereza.
Se escuchaban los pájaros cantar y los árboles golpear sus hojas, mientras que su cabello castaño caia en ondas en su espalda que se movía al ritmo del viento, no se producia algún ruido hasta que escucho que alguien tocaba su puerta tres veces.
—Pase—respondió la castaña de ojos avellana.
—Señorita, su madre la está esperando en la sala—mencionó Lia la señorita del aseo.
—Claro, gracias por avisarme Lía y por favor dime Jennie —la castaña le sonrió amablemente.
—Está bien Jennie —respondió sonriendo.
—Asi está mucho mejor y gracias por avisarme, ahora bajo.
—Está bien, entonces me retiró—sonrió antes de cerrar la puerta y dejar a la castaña en su habitación.
Pov Jennie
—Dios, espero que salga bien la cena— arreglé bien mi vestido —Al menos me veo presentable—dije mientras me veía al espejo.
Enseguida de ver qué todo estaba en orden prosegui a salir de mi habitación e ir en dirección a la sala dónde mi madre y padre me esperaban para poder presentarme a una familia muy importante.
No demore tanto en bajar las escaleras cuando entre a la sala y vi que mis padres estaban platicando muy animadamente con unas personas, mientras bebían vino tinto.
Olores fuertes llegaron a mis fosas nasales, pero solo uno hizo que mi loba empezará a brindar de felicidad y aullar mientras movía su colita.
El olor venía de la sala, un aroma a Grosella.
—Buenas tardes, permiso—pedí antes de pasar a sentarme al lado de mi madre en el sillón y en respuesta recibí un "pase".
— Bueno ahora que ya estamos todos reunidos me gustaría que nos presentemos— mencionó un alfa con un traje elegante de terciopelo de la marca Celine.
— Claro — dijo mi padre.
— Soy Eduar Manobal y Rey de Venecia— nos recibió con un saludo de mano.
— Ella es mi esposa Clarise Manobal... Reina de Venecia.
Una omega se acercó a saludarnos con una gran sonrisa en su rostro mientras aceptabamos en noble gesto.
— Por último, mi hija Lalisa Manobal princesa de Venecia y futura heredera al trono.
Una alfa pelirubia que desprendía un olor a Grosella se acercó a nosotros y empezó a saludar.
No me di cuenta cuando llegó ante mi mirándome con esos ojos verdes que mostraban un ligero brillo.
— Es un gusto volver a verte Princesa Kim Jennie— la última palabra me robó el aliento.
¿Acaso la había visto antes?
¡Demonios! Su grave voz fue una melodía para mis oídos.
— Es un gusto Princesa Manobal — respondí al instante sintiendo una corriente eléctrica pasando por mi piel.
Cómo si con tan solo un toque mi piel ardiera.
Un ardor que solo ella podía calmar.
Me sorprendí cuándo dejo un pequeño beso en mi mano mientras dejaba salir una sonrisa.
— ¿Aún no me recuerdas?— la mire confundída.
— No... Yo no te recuerdo.
Recibí una media sonrisa y después contestó:
— Mi dulce Jen— finalizó dejándome sin palabra.
Era ella... Estaba frente a la niña que juraba solo era producto de mi sueño.
Era Lisa, mi gran amor a primera vista.
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Mis amoress❤️😊, espero que se encuentren muy bien.
Realicé unas modificaciones en la historia... Esperó sea de su agrado.
Pronto lanzare el capítulo 1.
Los quiero mucho y gracias por el amor que le brindan a mis historias.
Me dan ganas de escribir con cada comentario que leo :b, gracias por eso y más.
