Capitulo 2

130 24 4
                                    

Era de tarde, el sol se empezaba a ocultar entre las colinas, un atardecer se admiraba en todo su esplendor, lo que significaba que pronto llegaría la noche.

Sólo que a una cierta pelinegra, no le daba importancia las horas que estaba pasando en el orfanato, se sentía cómoda estando en ese lugar y más al saber que había creado amistades con algunos de los omegas y alfas.

Lisa pov

Me encontraba sentada en una de las sillas del largo y gran comedor, era la hora de cenar, siempre me quedaba hasta que anocheciera, no me molestaba el hecho de pasar el resto del día en este orfanato, que poco a poco, se convertía en una segunda casa para mi.

Admiraba los platillos recién hechos, que en la mesa habían colocado, era un gran festín para que las porciones de comida, se lograrán alcanzar para cada uno de nosotros.

—¡Lili! —sonrei al escuchar aquel apodo, el aroma llegó a mi y su dulce hablar me hizo dirigir la mirada a quién me nombró.

—Mande Rosie —respondi al momento de verla sentarse a mi lado, portaba una sonrisa, que desde que la conozco, siempre muestra un gesto admirable y de felicidad.

—¿Vas a quedarte a cenar con nosotros? —mire como sus pupilas se dilataban, al hecho de que le respondiera con una afirmación positiva.

—Si, por supuesto que le quedaré a cenar con ustedes.

Sentí unos brazos rodeando mi cintura y percibí el aroma que tenía, era una dulce fragancia a vainilla.

Reí al percibir como Rosé dejaba pequeños besos en mi cuello, ciertamente ya me había acostumbrado a ese tipo de acciones, no veía algo malo en ellos, en cierto punto ella era cariñosa con las personas que convive.

—Rosie me haces cosquillas —admiti al sentir más besos en mi cuello, mi piel se erizaba ante ellos, no podía evitarlo, era algo que no lo controlaba.

—Déjame percibir más de tú aroma, me gusta mucho —con una sonrisa asentí, ante su petición atraje a Rosé, para que se  sentará en mis piernas y estuviera en una posición más cómoda.

—¿Te sientes cómoda? —pregunté al hacer contacto visual con aquellos ojos cafés oscuros.

—Si, estoy cómoda Lili.

Ante su respuesta, solté un suspiro de alivio, pensé que no era de su agrado aquella posición o simplemente le estaría desagradando, todas esas dudas se habían ido al vacío, ya que no fue así, no era lo que mi mente estaba pensando.

—Lili... —mis ojos la vieron, esperando a la continuación de sus palabras.

—¿Si, Rosie? — dejé pasar una de mis manos en los pliegues de su castaño cabello, los coloqué detrás de su oreja.

¡Wow!, en verdad que es hermosa.

—Tú aroma me gusta tanto, la grosella es un aroma que me agrada mucho y más si proviene de ti.

Al terminar su hablar, sentí mis mejillas sonrojarse, nadie me había dicho que mi aroma le gustaba, es decir, sin contar los comentarios de mis padres, quiénes alagaban mi aroma y mis rasgos, después de ellos nadie me lo había recalcado, no fue hasta este momento.

—¿Te agrada mi aroma?

—Si Lili, el aroma tuyo le agrada a mi loba.

En este momento no puedo estar más sonrojada de lo que ya estaba, de alguna otra manera me llega a poner nerviosa, tal vez es por los cumplidos que me hace y eso por instinto crea un leve color carmesí en mis mejillas.

Mi mirada pasaba de lado a lado, esperando que no nos regañaran al apreciar la posición en la que estábamos.

Sin embargo, no venía alguna persona adulta en el comedor, supongo que estarían haciendo la cena, sentía varias miradas en mi, una de ellas era la de Somi, quién me veía con una sonrisa cómplice y formaba corazones con sus dedos, que ante su acción la mire con una ceja alzada, no sabía lo que me estaba diciendo en si.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝙴𝚗 𝚃𝚞 𝙼𝚒𝚛𝚊𝚍𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora