C a p í t u l o I

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P  E  R  F  U  M  E

Despertar a veces cansa, más aun después de haber dejado unas magníficas vacaciones que creíste que no tendrían fin, pero que tristemente se anunció su fecha de caducidad  —Ese fue mi primer pensamiento después de escuchar el sonido que se repetía una y otra vez desde mi celular, una alarme que me recuerda los dos años de estudio que me esperan antes de llegar a la universidad.

Me levanto con mucha pereza de mi cama, entremezclado con el sueño que aun pertenecia en mis ojos y en mi cuerpo aderidos como si fuesen parte de mi pijama, pero que trate de rápidamente sacar de mi cuerpo con unos cuantos estiramientos —Muy bien, es hora de que este chico comience hacer este nuevo año la misma patada de culo que todos los anteriores, pero en versión 2.0 —Dije mientras mostraba una sonrisa al reflejo del espejo de mi habitación.

Empecé a ordenar de manera veloz mi cama, para así adentrarme al baño para quitarme la pijma y meterme a la ducha, al cual sin percatarme del todo abrí por el grifo del agua fría, causando un gritillo involuntario de mi parte y terminándome de despertar con todos los sentidos completamente despiertos. Despúes de la ducha termino de realizar las demás acciones que se puede llevar en un cuarto de baño para que así una vez seco empezarme a vestirme con algo de guardarropa, la parte buena de estudiar en un instituto público es que puedes usar la ropa que te venga en gana, plr supuesto siempre y cuando no irrumpa alguna regla como lo es la exhibición.

Mis padres decidieron que lo mejor para mí era estudiar en colegios públicos ya que ellos no querían que convirtiese en alguien mimado y caprichoso, porque sí, ellos tenían con que mantenerme matriculado en algún instituto de élite donde tener más recursos extracurriculares en aprendizaje, pero lo mas sensato era guardar ese dinero en algo más importante como lo sería una carrera universitaria. Aunque por mi parte realmente se los agradezco, ya que no crro que esos hijos de papi y mami me hubieses entretenido tanto como lo hacen mis compeñeros, mas en especial los chicos que han estado estudiando conmigo desde la secundaria.

Me miro en el espejo y me gusta lo que veo, cabello arreglado en un copete de medio lado, una polo azul rey para resaltar mi piel y un pantalon casual teñido al cuerpo color khaki, junto a unos tenis de color blanco que complementen con la vestimenta. Siempre me ha importado como me veo dependiendo la ocación, como es mi primer día de clases en la preparatoria lo mejor sería dar una buena impresión al directorado, los profesores y compañeros de clase.

—Perfecto, creo que es momento de bajar antes que la señora de la casa se impaciente y me haga llamar —Digo para mí mismo antes de alejarme del espejo para salir de mi habitación y descender por las escaleras para llegar a la planta baja y dirigirme a la cocina.

Mi mamá como siempre en las mañanas se encuentra cocinando o en este caso terminando el desayuno, no sé porque pero siempre ha sido una mujer madrugadora, que antes de que todos despierten y bajen a ver si el desayuno está listo, siempre terminas viéndola terminando el desayuno o sirviendo este en cada plato correspondiente a los integrantes de la casa. Lo más provable al decir este detalle es que todos pienses que mi mamá es comprometida con ser una excelente mamá o esposa, pero la verdad es que ella lo hace porque en su mente es competitiva con ella misma, siempre queriendo ser una mujer sobresaliente en todos los aspectos para verse ante la gente como "la mujer perfecta" antre todas las demás, algo que con el pasar de los años la ha convertido en una perdona fría, indiferente y seca.

—Buenos días madre.

—Buenos días cariño —Responde una manera seca, aunque intente querer sonar tierna.

Me Obsesionas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora