🌟Wally Wally 🌟

The Nightmare Picnic - Wally Darling x Reader p2

"Tengo una pregunta"

dice Wally, su voz maravillosamente tranquila y suave.

"¿Sí?"

"¿Por qué comes?"

"Uh..."

¿Qué tipo de pregunta era esa? Es cierto que Wally es propenso a plantear preguntas que solo una mente verdaderamente extraña pensaría, pero esta es tan desconcertante que te deja completamente sin aliento.

"... hace que no muera, ¿supongo?"

"¡Ja, ja, ja, ja!"

La risa única y vacilante de Wally casi te sobresalta y te hace abrir los ojos.

"Eres tan gracioso. Bueno. ¿Sabes por qué como?"

Esta vez, te toma un poco más de tiempo responder. ¿Una pregunta bastante simple, seguramente con exactamente la misma respuesta? Pero la voz de Wally ha adquirido un tono bromista y conocedor, un sonido que reconoces cuando está preparando un remate.

La pregunta debe ser un truco.

Así que te devanas los sesos tratando de pensar en todas las veces que has visto comer a Wally:

dónde estaba, qué estaba comiendo.

Con los ojos aún cerrados, llegas a una extraña realización.

"Yo ... no creo que nunca te haya visto comer"

Una suave risa de Wally.

"Así es. No lo has hecho."

El agarre de Wally en tu mano se aprieta.

Extrañamente, un ruido débil y estático cobra vida, aparentemente desde el interior de su cráneo.

Te mueves, tratando de localizar la fuente, pero Wally te mantiene en el lugar.

A medida que aumenta el ruido, los sonidos de tus amigos se apagan y mueren.

Es como si lo hubieran colocado en un tren invisible y se moviera constantemente por las vías, alejándose de todos los sonidos familiares de su vecindario, pero no puede sentir el ruido de las vías ni escuchar el silbido del viento.

"Pero... tal vez deberías"

Con las palabras de Wally, la temperatura baja notablemente y se te pone la piel de gallina en los brazos.

Te estremeces, queriendo abrir los ojos pero descubres que no puedes: tus párpados se sienten imposiblemente pesados.

Estás atrapado en el lugar, atado a la hierba (que ya no puedes sentir) mientras ese zumbido aumenta decibeles, un desagradable y constante arrastre que deja tu cerebro inundado en un mar de ruido.

"Abre tus ojos."

lo haces Y no puedes darle sentido a lo que ves.

El cielo se ha ido. El árbol se ha ido.

El prado se ha ido.

Cada detalle del paisaje reconfortante del vecindario se ha evaporado, dejando nada más que un vacío en escala de grises que entra y sale como la estática de la televisión.

Incluso el terrible zumbido se desvanece abruptamente, dejando en tus oídos nada más que el sonido distante de una marea invisible.

Wally todavía se sienta frente a ti, sus manos agarrando las tuyas, pero es como si estuviera sentado sobre nada: de alguna manera sostenido por un cojín de vacío.

Es como si la textura del mundo se hubiera caído de la realidad.

Presa del vértigo, aprietas con más fuerza las manos de Wally.