10 años

Carta despedida

Mi Dylan

Tal vez debería llorar al pensar que jamás volveré a sentir tus manos sobre mi cuerpo... tal vez debería dejar de fantasear con tenerle sobre mi cama, no lo sé...
El tiempo no transcurre cuando pienso en esa noche, la peor de nuestras discusiones y el mejor de mis orgasmos; follamos muchas veces, recorrimos varias camas, paredes...... pero jamás pude volver a sentir ese éxtasis de placer que provocaste en mí esa madrugada tirados en aquella colchoneta mientras que los empellones eran tan fuertes que acabamos follando el suelo...
Tienes el poder de hacerme tocar el cielo solo de besarme, creo que un beso nunca había influido tanto como lo hacían los tuyos; tus manos, ¡que manos! Las caricias que no eran tan delicadas para sentir ternura más bien tan fuertes que provocaban algo de dolor pero un dolor excesivamente delicioso que se extendía desde mis labios hasta mis caderas para entonces y solo entonces ser un poco más delicado... tus labios, tu lengua, recorriendo cada centímetro de mi piel totalmente desnuda hasta llevarme a un punto de excitación tan grande que solo quería rogarte que te adentraras en mí de una puta vez pero al mismo tiempo era tan exquisito que no podía permitirle a su lengua dejar de jugar. Llegado el momento en que ambos estábamos tan al borde de un orgasmo follábamos, follábamos tan duro, tan rico que no creo volver a sentir jamás algo tan bueno...
Hace tiempo no te veo y te extraño, tanto, en tantos sentidos... pero bueno, espero en algún momento entiendas que esta despedida es mi forma de agradecerte cada sonrisa, cada lágrima, cada orgasmo...
Pasarán años hasta volvernos a ver, solo te pido que nunca olvides nuestras noche, créeme yo nunca lo haré, mi Dylan, jamás nadie podrá superar el placer que provocabas a mi cuerpo o las enormes ansias que tengo por el tuyo, mi Dylan, algún día espero volver a verte aunque sea dentro de muchos años...