La noticia tomo a todos por sorpresa, en especial a Wonwoo, quien cuando anunciaron la boda de su hermano se puso ¿triste?, su omega empezó a revolotear y arañarlo por dentro, rogándole que haga algo para impedir tal cosa. Sus ojos picaban por las lágrimas que se juntaron en sus ojos pero no sabía porque se sentía así de triste. Se supone que debía estar feliz porque su hermano iba a casarse y ser feliz pero no, solo sentía que un puñal se clavaba en lo más profundo de su pecho, atravesándole el corazón. Desgarrándolo de una manera horrible en el fondo no quería nada de eso.
Mingyu se puso tenso cuando la omega frente el hizo una reverencia y lo beso en la mejilla.
—Mi príncipe—. Dijo con una radiante sonrisa mientras soltaba feromonas dulces, cosa que no le agradó a Mingyu porque gruñó en respuesta. -lo l-amento-
—Vamos—. Susurró el padre de Mingyu.
Mingyu le besó en la frente y susurro "te odio, recuérdalo bien". Algo que hizo llorar a la omega frente a él. Puso la frente en alto mientras los demás aplaudían excepción de Wonwoo.
El pecoso con un fuerte dolor en el pecho y con lágrimas en los ojos salió corriendo del salón.
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—Abre la puerta, Wonwoo—. Mingyu golpeó la puerta cuando escuchó los sollozos de su menor a lo lejos, sabía que estaban sintiendo lo mismo. Pero eso era lo correcto ¿no? Debía hacer lo que sus padres le estaban pidiendo. Para mantenerlo a salvo -Wonu por favor...
Otro fuerte sollozo salió de los labios de Wonwoo mientras se retorcía en la cama por el fuerte dolor en el pecho. Sus lágrimas siguieron deslizándose por sus mejillas mientras su omega lloriqueaba. El dolor se hizo insoportable pero nadie podría ayudarlo, y eso era lo peor. No habría nadie para cuidarlo, ni amarlo, Mingyu ya no iba a estar para eso.
Su cuerpo entero se enderezó automáticamente cuando Mingyu lo volvió a llamar, esta vez con su voz de mando.
—Abre la puerta, Wonwoo—. Dijo con un gruñido, y de inmediato este abrío la puerta con la cabeza agacha y lágrimas en los ojos —Mírame Wonu—. ordena.
el labio de Wonwoo tembló mientras levantaba la mirada.
Los ojos miel de Mingyu ahora eran de un color más brillante, su olor era más espeso y fuerte. El omega de Wonwoo nuevamente se movió dentro de él. Inquieto y desesperado, el menor de los dos se quedó paralizado mientras el alfa se acercaba a su cuello y lo olfateaba. Wonwoo gimió pero tampoco hizo nada por detener a su hermano.
Mingyu se separó de Wonwoo rápidamente y trató de seguir con el control de su cuerpo, aunque su lobo estuviera tomándolo justo ahora. Antes de que fuera demasiado tarde salió de la habitación de su hermano.
—¿Mingyu?—. Jeongyeon se puso en frente de él. —¿Estás bien?—. Le preguntó mientras le acariciaba la mejilla.
—Quítate de mi camino—. Gruñó y se encerró en su habitación.
Wonwoo no hizo otra cosa más que encerrarse en su habitación y olvidar lo que acababa de ver. El dolor el su pecho desapareció pero el de su vientre empezó a dar fuertes retorcijones, acompañado de dólares horribles. Su calor se adueñó de él, estaba entrando en celo, y el fuerte aroma de Mingyu no ayudaba en nada. Se abrazó a sí mismo mientras sollozaba y jadeaba. El omega de Wonwoo necesitaba a su alfa junto a él, sin embargo, Wonwoo sabe que eso no era bueno. Para ninguno de los dos.
Era su hermano.
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