Wonwoo olió el enojo de Mingyu desde lo lejos, su corazón se aceleró en cuanto su omega empezó a revolotear dentro de él, mas angustiado que asustado. Y si, tenía miedo pero por Seungcheol y su cachorro que estaba de regreso con ellos. Mingyu estaba muy enojado para su gusto.
Eso era muy peligroso.
—Señor Choi... llévate a tu hijo, mi hermano está...— la puerta se abrió a sus espaldas. —vete, está muy enojado, Jaebum te ayudara pero vete...— el alfa sin dudarlo más tomó a su cachorro y salió antes de que Mingyu llegara a donde estaban ellos.
—Mingyu, cálmate.
-—¿Donde esta?— gruño, aterrando a Wonwoo que estaba delante de él, aún así, no bajó la mirada en ningún momento —Tu eres mío, no de él. Mío.
El menor se quedo trabado con sus propias palabras, algo dentro de él se alegro de escuchar eso. Pero eso no estaba bien, era su hermano, tenían un lazo de sangre ¿como podía decir eso? No podía ser cierto.
—Mingyu...— susurro agitado mientras su corazón martillaba dolorosamente en su pecho, seguramente su olor lo delató, porque Mingyu lo abrazó, olfateando su lechoso cuello.
Al mismo tiempo que Wonwoo gimoteaba por las pequeña mordidas que Mingyu daba en su cuello, sin cuidado atrapando su piel entre sus dientes. Tratando de marcar territorio con el.
—Mio...—-alzo el cuerpo delgado del omega mientras sus ojos buscaban los del menor, y cuando al fin los encontró dejo un húmedo beso en su frente. —mi omega— el lobo de Mingyu gruñó.
—Min... tranquilo— las manos de Mingyu sostuvieron sus caderas mientras seguía oliendo su cuello, marcándolo con su olor. Al mismo tiempo, sus zonas hacían fricción.
Aunque su lado racional le decía que estaba mal, su lado animal tenia mas control de su cuerpo y no podía evitarlo.
Y sin pensarlo dos veces, unió sus labios en un brusco y húmedo beso que Wonwoo apenas podía seguir, con los ojos muy abiertos por lo que estaba pasando. Pero sus ojos se cerraron y sus labios siguieron el ritmo de Mingyu. Torpemente las pequeñas manos de Wonwoo se aferraron a los hombros de Mingyu, mientras el mayor sostenía su nuca para no despegar sus labios por nada del mundo. Para su sorpresa, el padre y su madre llegaron, y se quedaron atónitos por la escena frente a sus ojos.
—Mingyu, basta— el rey usó su voz de mandó por primera vez con su hijo mayor, pero este solo le gruño en respuesta mientras su lengua entraba en la garganta de Wonwoo. -—¡Ya basta!— Exclamó furioso esta vez —Mingyu...
Cuando separó sus labios de los del menor, volvió a mirar a sus padres que estaban justo en frente de ellos. Los atemorizó con su penetrante y oscura mirada de lobo. Ese no era Mingyu, Su mirada era oscura y tenebrosa.
—Alejate de él, Wonwoo— Olivia le dijo, aunque trató de sonar tranquila, su tono de voz era mas temblorosa. —wonwoo, aléjate de él.— repitió.
—No, quedate aqui— Mingyu lo pegó a su pecho posesivamente -es mío...
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—¡Mingyu sueltalo, es tu padre!—. Olivia gritó desesperada mientras Mingyu sometía a su padre, él estaba por correr la misma suerte que Jeongyeon.
—Mingyu por favor, no lo mates— Wonwoo soltó sus feromonas para calmarlo, entonces el alfa pareció calmarse un poco. —Por favor…
Lo hizo solo porque Wonwoo se lo pidió, sin embargo, aun tenía la necesidad de matar a su padre por haber tratado de alejar a su Wonwoo de él.
