Sin problema alguno, Mingyu empezó a besar los labios del Kim menor, dejando a Wonwoo debajo de él, apretando las sábanas mientras sentía su piel erizarse con cada toque del Alfa. Su cuerpo se sentía diminuto comparado con el de Mingyu, que era más musculoso y grande que el suyo.
No podía seguir, pero tampoco hizo algo para detenerlo. Apenas estaban empezado y Wonwoo ya estaba perdiendo la paciencia. Las frías manos de Mingyu recorrieron su delgado torso deteniéndose en su cadera, estaba más delgado de lo que aparentaba, los huesos de sus costillas y caderas se marcan demasiado.
Ahora ya no tenía sus respectivas mejillas que tango le gustaba apretar.
Sabia, que después de esta noche, muchas cosas cambiarían.
—Mingyu... no— los ojos de Wonwoo se llenaron de lágrimas. —-no está bien... te vas a casar... 'Y eres mi hermano' pensó.
—Shh— acaricio el labio inferior de Wonwoo con su pulgar y volvió a besarlo.
No iba a perder el tiempo con pensar en las consecuencias, solo iba a tomar lo que desde que nació era suyo. Wonwoo, a pesar de sus pensamientos, aceptó gustoso cada beso que Mingyu le daba.
Sus pieles se sentían tan bien mientras hacían fricción, que inevitablemente un gemido salió de los labios del menor. Mingyu simulaba estocadas mientras sus labios se unían por largos lapsos de tiempo, quitándole el aliento.
Algo dentro de ambos revivió, era como si hubiesen enjaulado un tigre que ahora estaba desatando todas sus ataduras y recuperaba su libertad.
Wonwoo y Mingyu se miraron fijamente a los ojos, sus pupilas se dilataron mientras mantenían el contacto visual.
—Mingyu...— gimió Wonwoo arqueando la espalda cuando las manos de Mingyu se deslizaron por sus muslos, su corazón empezó a golpear sus costillas con fuerza al ver que estaba a nada de unir su alma con la del alfa, Mingyu... su hermano mayor.
Era muy tarde para retroceder ahora mismo, estaban a punto de hacer el amor.
—Serás completamente mío, omega— los ojos del menor se llenaron de lágrimas mientras sentia como el miembro palpitante del alfa se deslizaba dentro de él, hasta donde su pequeña entrada se lo permitió.
mgh...—- gruñó Mingyu cuando las paredes del menor envolvieron su pene.
Su interior era demasiado cálido como para querer retirarse, balanceo hacia adelante sus caderas, entrando por completo mientras Wonwoo dejaba salir un gritito y se sostenía de sus hombros.
—Uhm, oh— el pecoso se sostuvo con más fuerza de Mingyu, como si fuera a romperlo mientras se preparaba para la siguiente embestida.
Sin duda sus cuerpos eran el uno para el otro. Encajaban muy bien.
Las piernas del menor atraparon las caderas del mayor, mientras Mingyu empuja en lo más profundo dentro de él con fuerza
-—¡Oh mi dios, más!— grito Wonwoo por la excitación inminente, Mingyu sostenía su cadera y lo embestía cada vez más fuerte. Wonwoo cerró los ojos con fuerza, sus lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Sus manos fueron sujetadas por arriba de su cabeza al mismo tiempo que su próstata era golpeada con las salvajes embestidas de Mingyu.
Los gemidos de Wonwoo fueron en aumento cuando su cuerpo entero empezaba a temblar. Sus piernas se sacudieron con fuerza al mismo tiempo que se estremecía de pies a cabeza estando al borde del orgasmo.
—-Dios u-hg ¡no puedo, es dema... demasiado!— gimió, cerrando sus manos en puños, tembló al mismo tiempo que su orgasmo lo atravesaba haciéndolo temblar. —ahh
—Te dare... Un nudo— gruñó Mingyu sosteniendo sus piernas para que estas no se cerraran, liberando una carga abundante dentro del menor.
Las paredes internas del menor fueron bañadas con el semen caliente de Mingyu. Mientras el glande del mayor se inflamaba dentro de Wonwoo expandiéndose; buscando el útero del menor para llenarlo con su semen y dejarlo preñado.
—-¡Dios!—- Wonwoo cerró los ojos con fuerza mientras en su cabeza imaginaba estrellas, había sido demasiado para su pequeño cuerpo. —Te amo...
—Y yo a ti—-. Dijo Mingyu antes de besar los labios ajenos, dirigiendo después su boca a la tierna piel de su cuello.
Sus brazos rodearon la cintura del menor atrayéndolo a él, volviendo a embestirlo, sin importar que el nudo aun no hubiera bajado.
Wonwoo soltó un chillido de placer cuando Mingyu puso más fuerza en su agarre y él solo pudo arañarle la espalda sosteniéndose de él.
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Cambiaron de posición algunas veces más hasta que Wonwoo sólo pudo ponerse de lado, mientras Mingyu seguía embistiéndolo lentamente, besando la fresca marca en su cuello.
Wonwoo luchaba por mantener los ojos abiertos, aun así, debía admitir que se sentía muy bien. Era como si de nuevo estuviera completo.
Los lobos de ambos revoloteaban felices en su interior. Felices por ser uno solo.
