Capitulo cuatro

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"Te he dado esta carta porque en " serio eres una persona muy especial para mí.

Sé que no tengo la mejor reputación, pero en serio quiero que sepas que me interesa entablar una relación amorosa contigo. Dejame demostrarte que soy capaz de poder hacerte feliz y complacer tus necesidades.

Dejame demostrarte que soy capaz de tratarte de mejor forma que alguna otra persona con la que puedas llegar a estar o con la que estés, lo haga.

" Atte: Kenneth McCormick<3"

El pelirrojo leía atentamente aquella carta, y cada vez que avanzaba a menudo la duda se le iba. Esto había Sido un mal entendido, aquella carta no era dedicada hacia Kyle.

-¿Y bien? Supongo que es por eso que me insististe tanto en irte con él está tarde, ¿No?-Habló el azabache al darse cuenta de que su pareja había terminado de leer aquella carta.

-Pues... Me fui a ver a Kenny, pero esto no tiene nada que ver con la carta. Ni si quiera es para mí-Dijo muy tranquilamente el pelirrojo dejando de lado la carta.

-¿¡Entonces por qué esta carta estaba en tu mochila!?

-Stanley. La carta me la dió Kenny para que se la diera a Butters, ¿Qué acaso ya no recuerdas que a Kenny desde hace un tiempo le gusta Butters? Solo le estoy ayudando a darle pequeños detalles porque a él le da algo de pena y cree que no se la aceptará-Contestó el pelirrojo mientras se levantaba del sofá en el que estaba.

El azabache se puso a pensar en lo que Kyle le decía, después de ello pudo reaccionar. Ahora recordaba que incluso Kenny le había dado aquella carta al pelirrojo frente a él y le dijo todo lo que su pareja le había dicho en ese momento.

Ahora sí que se sentía como un completo idiota, le había hecho una escena de celos por algo que incluso él había presenciado y que en realidad no era nada malo.
Su rostro se enrojeció por la vergüenza que sentía, sin duda se dejaba llevar muy rápido, pues no le agradaba mucho el saber que otras personas pretendían a su pareja.

-Oh... Cierto, L-lo había olvidado, perdón...-Dijo el azabache rascándose la nuca.

El pelirrojo no sé lo tomo a mal, pues si bien no le había agradado la idea de que Stan se enojara tanto; tampoco se iba a enojar de igual forma. Solo deseaba pasar una noche junto a su amada pareja tranquilos sin necesidad de peleas.

-

No te preocupes Stan, Vamos a tu habitación-Contestó el pelirrojo mientras tomaba la mano del azabache y lo dirigía hacia las escaleras.

-Oh, espera! ¿No quieres cenar algo? Mis padres no estarán en casa, llegarán mañana en la tarde y mi hermana igual-El azabache cortó el camino hacia su habitación-Y no dejaron nada para cenar, podemos pedir algo...

-Oh sí, está bien... ¿Qué pediras?-Contestó el pelirrojo está vez siendo dirigido hacia la sala por el azabache.

-¿Qué se te antoja comer?-Dijo el azabache mientras se sentaba junto al pelirrojo en el sofá mientras tomaba su celular.

-Uhm... No creo tener hambre, solo pide algo para ti. Ya me acostumbré a casi no cenar...-Kyle sonaba algo seco y nervioso.

Aquella respuesta claramente no fue aceptada por el azabache-Nada de eso, cariño. Pediré unas hamburguesas y veremos alguna película en mi habitación, ¿Te parece?-Le dedicó una sonrisa a su pareja.

-B-bien... Supongo que no me hará daño comer una hamburguesa.

-¡Claro que no, Cariño! Solo será una hamburguesa. ¿Cuando pensabas decirme que seguías sin cenar?-El tono de voz del azabache sonaba muy diferente, al último pareció sonar algo enojado; cómo si estuviera apunto de regañar a su pareja.

-¡No seas bobo! Ya no tengo ese tipo de problemas alimenticios, es solo que luego me cae mal la comida-Dijo el pelirojo mientras se reía por la actitud que había tomado el azabache.

-Más te vale Broflovski, porque si no es así tendré que encargarme de castigarte-Contestó el azabache de forma atrevida acercándose lentamente a su pareja.

El menor de los Marsh se encontraba encima del chico Broflovski, el azabache acorralaba al pelirrojo el cual se encontraba del mismo color que su pelo.

-¡N-no digas eso! Mejor p-pide la comida de una vez-El pelirrojo simplemente puso su mano en la cara del azabache para hacerlo retroceder, pues estaba apunto de darle un beso en la boca.

Tal y cómo le había pedido.
El azabache simplemente se rió un poco por la reacción que había tenido su pareja respecto a su comentario dicho, después de ello se reacomodo en el sofá sentandose y tomó su celular para realizar el pedido.

¿O Quizás Sí?//K2//StyleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora