MELODY DOWNEY
Pensar.
Eso era lo que más necesitaba ahora mismo.
Y un plan, por supuesto.
Pero las circunstancias me lo impedían, mi cerebro era un completo caos, uno en el que por más que quisiera encontrar un punto en donde mantenerme cuerda, desgraciadamente no encontraría.
— ¡Voy a asesinarte, Violet Williams!—le lanzo una de las almohadas de su habitación, pero lastimosamente la castaña logra esquivarla.
—Yo...yo... ¡¿Yo que iba a saber que el idiota de Gael estaría por allí y que todo eso sucedería?!
—Estamos en su casa—le recuerdo— el puede estar en donde le dé la gana. ¡Todo es tu culpa!
Suspiro frustrada y revuelvo mi cabello con ambas manos por lo estresada que estoy, cuando mi gorra cae al suelo, la recojo y le lanzo una mirada de odio a la traidora de mi mejor amiga.
—Pero yo...
— ¡Si tu no hubieras sido tan fastidiosa nada de esto hubiera pasado y el no tendría mi libro!
— ¡Okay, vale, lo entiendo! No es necesario que me lo repitas a cada rato, soy una perra desgraciada que nunca está al pendiente de nada y que se equivoca mucho pero... ¿Por qué tanto drama por un libro?
¿Por qué tanto drama por un libro?
Porque es algo mío.
Me refugio en los libros, esperando muchas veces tener la suerte que tienen dichos personajes y encontrar un amor que cumpla mis altas expectativas—aunque dudo mucho que eso sea posible.
Es algo contradictorio que, como lectora, en alguna ocasión quise que me sucediera esto con Logan, es decir, que en otras circunstancias él, sea el que haya atrapado el libro y, bueno...no lo sé, si en dado caso yo le llegase a gustar él se interesara por mis gustos y cosas así, pero... ¿a quién quiero engañar?
Eso solo sucede en los libros.
Y ahora que lo pienso mejor, fue muy estúpido de mi parte llegar a pensar algo así.
Tanto leer en esa aplicación te está afectando el cerebro...
Perder ese libro es como perder una gran parte de mí, porque no es solamente porque el libro tiene mi nombre. No, no. también tiene anotaciones, cosas que he escrito en cada página o también está la parte en la que suelo identificar con post it las frases o cosas relevantes que me han encantado.
Son cosas mías, que no quiero compartir con el mundo.
Mucho menos con el idiota del primo de Violet.
Al notar mi mirada, la castaña fácilmente la interpreta.
— ¡¿Tenía escenas...?!
Le cubro la boca.
—Habla más bajo pueden escucharte—retiro mi mano.
—Aun así, no es del todo mi culpa.
—Sí, claro, ¿Por qué sería mi culpa, señorita sabelotodo?—le pregunto en un tono seco.
— ¿Quién te manda a traer un libro como ese a mi casa en donde hay dos chicos? Y, por si fuera poco, ¡uno de ellos es tu interés romántico! ¿Eh?
—Eso...eso ni siquiera debería importar, el punto es que tú me lo quitaste y yo solo quería recuperarlo y...—suspiro, me tumbo en la cama y cubro mi rostro con una almohada.
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Si alguna vez estamos juntos...
RandomLos cambios pueden ocurrir en cuestiones de segundos, y a veces nuestra vida puede volverse una canción...