Capítulo dos: La invitación.
El castaño cruza sus piernas con elegancia y sonríe con malicia, su presencia impone, pero para Sakura no es más que un arrogante con el que debe tratar. La pelirrosa se encuentra tomando asiento frente a Indra, apenas una pequeña mesita de cristal logra separarlos.
Sasuke y Madara acordaron encontrarse en el hotel que suelen frecuentar para sus negocios, sin embargo, ninguno de los dos está presente, sino la pareja antes mencionada, claramente ninguno se esperó aquello, aunque Indra no podría estar más complacido por como resultó el encuentro.
-Sasuke no tiene idea de que el señor Madara terminaría enviándote a ti -comienza ella, rompiendo con el silencio incómodo.
Ni siquiera ella sospechó que podía pasar. Madara siempre muestra disponibilidad cuando Sasuke se lo pide, le resulta extraño la decisión de mandar a Indra en su lugar.
-Me impresiona que no esté aquí para recibirlo, y más aún que te mandara sola.
La pelirrosa lo observa en silencio, aquello no le afecta en lo más mínimo, y no tiene intenciones de darle explicaciones.
-Sasuke se mantiene ocupado, además no me resulta problemático venir en su lugar y hablar con el querido socio de mi prometido.
Eso y que en unos minutos se reunirá con sus amigas en un lugar cercano, pero eso no tiene porqué saberlo él.
Indra suelta un suspiro cansado, ella no está a la defensiva, realmente está tranquila. Pronto Sakura mete la mano en su bolso, obteniendo un sobre blanquecino, lo coloca sobre la mesa y lo desliza frente a él. Indra se limita a seguir con cuidado cada uno de los movimientos de Sakura.
-La invitación a nuestra boda.
El castaño frunce su ceño. Seguramente esto lo tiene bien planeado el idiota de Sasuke.
-Quiero hablar contigo -dice el castaño, ignorando aquella invitación-, ahora que nos hemos reencontrado y que sorpresivamente vas a casarte con Sasuke...
-No tenemos nada que hablar -suelta abruptamente, silenciando a Indra de inmediato.
Sakura no quiere conversar de aquello, ni siquiera de lo más estúpido que se le pueda ocurrir al castaño preguntar.
-Por favor, Sakura, hablemos.
Entonces la pelirrosa se coloca de pie, mostrándole una mirada fría. El castaño la nota distinta, no es la Sakura que alguna vez conoció.
Sin más se retira con elegancia, pronto se encamina hasta salir de aquel lujoso hotel. Enseguida se dirige a un restaurante bastante conocido para ella, se encuentra ubicado a dos cuadras del anterior hotel mencionado. Siendo las 10 de la mañana entra al lugar, pronto se acerca al recepcionista.
-Tengo una reservación a nombre de Hinata Hyuga.
Pronto el recepcionista le responde con una sonrisa fugaz y la dirige a la mesa, donde sus queridas amigas ya están esperándola, mientras hablan plácidamente, la pelirrosa le da las gracias al chico y se acerca, pronto las chicas caen en cuenta de su presencia y se levantan de sus asientos para saludarle. Ino le da un cálido abrazo, para después Hinata besarle dulcemente la mejilla. Vuelven a tomar asiento, quedando Sakura entre ambas, pronto un mesero se acerca para dejar los menús sobre la mesa, pronto se marcha para darles un tiempo para elegir.
-¿Qué les apetece? -lanza pronto la rubia sin despegar sus ojos de la carta-. La verdad es que estoy más interesada en nuestra charla para ponernos al día que en el desayuno.
-No me pareció raro que tomaras la iniciativa para vernos -comenta la pelirrosa con un toque de burla en su voz-. Estoy realmente contenta de verlas.
El mesero hace presencia, por lo que se limitan a ordenar pan francés y café. Ino tiene razón, el desayuno fue una simple excusa.
-¿Qué tal la celebración, Saku? -pregunta con serenidad Hinata-. Espero no incomodarte.
-Me has ganado, Hina -dice rápidamente la rubia-. Intenté aguantar lo más que pude para no soltarle esa pregunta en cuanto tomó asiento en esta mesa.
Eso logra sacarle una risita a la pelirrosa, sin embargo tiene que sincerarse con sus amigas y no sabe como lo tomarán. No quiere un escándalo. Sakura toma la taza de café que recién han colocado sobre la mesa y le da un pequeño trago.
-Hay algo, referente a ese día, que salió de mis planes. Indra estuvo presente.
La rubia frunce su entrecejo, como no comprendiendo del todo las últimas palabras, el rostro de Hinata solamente revela lo sorprendida que se encuentra. Ninguna emite sonido alguno por algunos segundos hasta que Sakura decide continuar.
-No me sorprende haberlo visto, es decir, todas sabemos que es familiar de Sasuke. Pero nunca está presente en los eventos, pensé que este no sería la excepción y, él parecía tan extrañado de verme...
Ni siquiera Sakura comprendía el porqué de la actitud de ese hombre.
-No creo que Indra estuviera sorprendido de verte, lo estaba por verte con Sasuke -habla repentinamente Hinata-. Para él debió ser inimaginable verte comprometida con alguien, sobre todo cercano a él. ¿Tuvo alguna clase de interacción contigo?
-Sí, después de la cena estuvo buscándome y me encontró mientras tomaba un poco de tiempo a solas, me cuestionó sobre que hacía con Sasuke.
Ahora ambas parecen molestas, le sorprende que Ino esté manteniéndose en silencio por tanto tiempo.
-Ese imbécil pensó que nunca podrías seguir con tu vida -suelta la rubia-. Y ahora que se enteró que estás haciendo tu vida junto a Sasuke su ego salió herido.
-Eso mismo pensé. Además Sasuke y él parecen no llevarse bien -comenta la pelirrosa.
-¿Sasuke qué opina de que Indra habló contigo?
-Claramente no le agradó, pero no fue un tema de conversación entre nosotros. Indra no es alguien que represente algún problema para mí, es una persona que tuvo una relación conmigo, pero ahora es parte de mi pasado.
-¿Y después de aquello no siguió buscándote? -pregunta Hinata.
-Bueno... Hoy me encontré con él, pero fue mera coincidencia. Sasuke tenía planeado entregarle la invitación a nuestra boda al Señor Madara, pero como me encontraría con ustedes más tarde decidí encargarme de ello. Lástimosamente el Señor Madara se encontraba ocupado e Indra llegó en su lugar.
-Ya veo -dice la pelinegra, para después soltar un suspiro-. Supongo que las cosas resultaron bien.
-Indra quería seguir cuestionándome sobre la toma de decisiones que he tenido en mi vida, pero me limité a entregarle la invitación y me retiré.
-Cielos, Saku, debió ser un dolor de cabeza tener que soportar a Indra -dice Ino con notorio desagrado-. Yo en tu lugar le hubiera tirado la invitación en la cara, ni siquiera me dignaría en cruzar palabras con él.
La pelirrosa suelta una risita nasal, su amiga siempre planteando escenarios dramáticos.
-No es para tanto, además, la invitación es para el señor Madara, no quiero que piense que se la envié de mala gana.
-Querida, no creo que él pensara eso. Eres una chica muy dulce, Indra es un imbécil -dice la rubia, cambiando drásticamente a un tono de desagrado al pronunciar lo último-. Pobre del señor Madara, debe ser horrible tener que soportar que tenga su sangre.
Definitivamente Ino jamás perdonará todo el dolor que le causó el castaño. Sakura no puede creer que aquella persona esté en el tema de conversación con sus amigas después de tantos años. No puede ser así, no debe.
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Permanecer | SasuSaku
FanficEl corazón de Sakura Haruno se mantuvo esclavo durante un tiempo de un tortuoso y solitario invierno, hasta que un día decidió que no tenía que ser así. Que no pertenecía ni quería permanecer en ese oscuro y frío lugar. Historia de mi total autoría...