CAPÍTULO 3: UN LABERINTO

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—Yo creí, no es …

—¡Aparta de ahí! 

Doy un par de pasos para atrás levantando las manos, ahora si estoy acabada.

—Olvide lo engañosas que son las hadas.

—¿Un hada?! Mi señor no es posible, son solo  mosquitos.

—Esas no, es un hada de Elion, son diferentes.  Buen truco —dice torciendo una sonrrisa en su rostro—.

—Sí le agrada puedo convertir cualquier cosa que desee en algo hermoso.

—No dudo de tus intenciones, pero si de tu mediocre habilidad para usar el  glamour —con un movimiento de su muñeca mi disfraz desaparece—.

Aqui estoy, otra vez atrapada en un miserable castillo del cual no puedo escapar, con mi "prometido".

—Llévala a su habitación.

El goblin apunta hacia mí con su hacha, pero yo no avanzo ni medio centímetro.

—Alto, sí voy a pasar el resto de mis días en este lugar, por lo menos, magestad, concédeme una audiencia —sinceramente me estoy muriendo, pero no puedo retroceder—, concédeme eso al menos.

—¡Camina, hada! —refunfuña el gnomo—.

—Espera, quiero escuchar lo que tiene que decir —dice caminando hasta un asiento aterciopelado—. Bien te escucho —dice mientras toma asiento cruzando las piernas, con ese semblante tan alzado—.

Maldita sea, luce jodidamente atractivo, muerdo mi labio inferior para evitar que mi lengua diga alguna estupidez.

—Sé que nuestro matrimonio fue planeado por nuestros padres pero…

—¿Matrimonio? Nadie dijo nada sobre eso, es solo un compromiso  —aclara—.

—¿Puedo continuar? —pregunto alzando una ceja—.

—¿Es todo lo que tienes que decir?

Tomo una bocanada de aire antes de continuar, quiero que este cabeza dura entienda el mensaje pero se rehúsa a escucharme, no debo perder mi temple o definitivamente terminaré haciendo alguna estupidez.

—No quiero este compromiso, sé que usted tampoco lo quiere, no sería mejor si llegamos a un acuerdo,  para que esta absurda farsa se acabe y ambos tengamos lo que queremos.

—Tentador, lo pensaré. Mientras tanto —dice lanzándome un ópalo de cristal,  inmediatamente se esparce por mi cuerpo,  en forma de niebla que desaparece, conforme la voz del rey adquiere un nuevo tono—, no quiero que mis guardias vuelvan a confundirse, no más magia para tí.

Fuerzo una sonrisa, tomando los extremos de mi falda, hago una reverencia.

—Como ordene, magestad —trato de imprimir todo el veneno que me es posible en esas tres palabras, me doy media vuelta acompañada por el gnomo del hacha, regreso a mis aposentos—.

El rechinar de la puerta es sumamente amplio, otra vez estoy sola.

Otra vez, me quedé sin nada.

Al menos en el palacio de las hadas tenía a mi abuela, ahora no tengo a nadie. En una tierra extranjera, con este rey al que cada vez odio más.

Solo queda esperar a que decida pensar en una solución.

Los refunfuños de alguien  me sacan de mi ensoñación, parece ser la voz de otro goblin.

—¡Maldita sea! ¡Otra puerta equivocada!

Mis ojos se abren en un parpadeo.

—¡Aguarda! — Alcanzo a gritar—.

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2023 ⏰

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Una Noche con el Rey de los GoblinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora