«Chico con el que tuve un encontronazo que se fue a la mierda»

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Me encontraba contestando otra llamada de Exel, era como la quinta y el primer día de clases ni siquiera había comenzado. Ese chico no dio ni tiempo que sonara mi alarma, él fue el despertador autoproclamado de las hermanas Jacobs. Decir que mi hermana se levantó con un humor particularmente molesto estaría mintiendo, o sea, la entiendo, yo no me puedo levantar temprano y de buen humor a la vez, eso es imposible. La culpa era de Exel por llamar, y parte mía por contestarle.

- ¡¿Ahora qué?!.

Fue mi interrogación exaltada mientras ponía los ojos en blanco. Juro que si me pregunta nuevamente cómo estoy, lo voy a aniquilar aunque tenga que pasar nueve horas de camino hasta llegar a su casa. Ni siquiera había pasado una hora de su última llamada y mucho menos de la última vez que había hecho esa pregunta.

- Te extraño un montón, se me olvidó decírtelo en la última ocasión.

- Okey.

- ¿Okey? – Desde aquí podía escuchar su orgullo roto.

- ¿Qué querías que dijera? – Gruñí a la defensiva.

No, Hestia Jacobs no es de ese tipo de novia melosa. Ni siquiera me imaginaba diciendo cursilerías, primero sería sencilla. Y como dice mi hermana Hazel: Antes muerta que sencilla.

- Un "yo también te extraño mucho, Exel" y ese tipo de cosas.

- Ah – Emití mientras terminaba de arreglar mi cabello en una pequeña trenza de poco pelo en la parte de atrás de mi cabeza, dejé el resto suelto y que callera libre por mi espalda. Vale, decir eso no rompía mi ética porque jamás le diría esas palabras de forma dulce o cariñosa – Exel te extraño y ese tipo de cosas, ¿contento?.

- Más por el esfuerzo que por las palabras – Pude escuchar como salió de risueña su voz, seguro que estaba sonriendo.

- Amaneciste graciosillo.

Ante mi bufido, él soltó una carcajada potente que me hizo despegar el celular de mi oído para evitar quedarme sorda.

- Y tú despertaste con él moño virado – Se refirió riendo de mí mal humor.

- Me despertaste – Acusé.

En la línea hubo otra carcajada suya que logró contagiarme. Después de todo ese chico logró arreglar mi mal humor.

- Vale, hasta luego baby. Te amo muchísimo.

Mi risa paró a la par que la llamada finalizaba. Me quedé mirando el celular con algo de nostalgia. Llevábamos tres meses de relación, y por lo menos dos sin vernos. Le había cogido tanto cariño a Exel que si lo extrañaba. Su humor estaba entre las cosas que más me gustaban.

- ¿Nos vemos en el almuerzo?.

La voz de mi hermana me hizo bajar de la Luna. Ni siquiera me había percatado en qué momento ya estábamos frente de la institución y listas para tomar caminos diferentes. ¿Cuándo pasó todo qué no me enteré?.

- Obvio microbio. Suerte con las clases y por favor no te pongas a escuchar tu música sobre ataque de tarros, así socialisas un poco.

- ¡Yo no escucho música de ataque de tarros!. Es música clásica.

- Es lo mismo.

Después de mi respuesta nos sonreímos mutuamente, Hazel me dio unas palmaditas en la espalda y finalmente nos separamos.

El aula que me tocó estaba repleta y la mayoría de los estudiantes estaban peleando por qué asiento tomar, los otros estaban en Babilonia hablando con sus amigos de las vacaciones y la minoría, como yo, analizaban a todos para intentar encontrar el amigo que tendrías hasta el fin de tu vida, o simplemente final de curso.

FALL INTO THE DARK SIDE // Min Yoongi [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora