Medicina natural

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En mis audífonos suena Voyage - Beyond. La mañana está preciosa, hace calor, el sol brilla en todo su esplendor y parece que va a ser un muy buen día. Me he despertado con ganas de disfrutar el domingo ya que hace rato no salgo a pasear, así que le he llamado temprano a Mongkut, mi novio, para que se dirigiera al Chai's Food y desayunar juntos.

Tomé la carretera 2 hacia el restaurante de los estilos 80 y mientras aparcaba el coche me pareció ver a Sarocha Chankimha salir del lugar. Qué suerte que no está aquí ahora que llego yo, realmente no me apetece que me arruine el día como lo hace de costumbre.

Me senté en la tercera mesa para mirar por la ventana aquella bella vista que tenía justo delante de mí. Cerca del restaurante se encuentra la playa y desde aquí casi puedo ver el mar, que me fascina.

La moza se acerca y me pregunta si voy a pedir algo, a lo que respondo que estoy esperando a alguien y cuando llegue pediremos algo para desayunar.

—Por ahora podrías traerme agua, ¿por favor? Gracias.

De repente siento que algo me roza la espalda y me exalto, por lo que me doy cuenta de que estoy prácticamente sentada arriba de un móvil. Lo tomé y lo primero que pensé fue, pobre de la persona que haya perdido su móvil.

Estuve a punto de dárselo a la moza cuando me trajo el vaso de agua, pero me di cuenta por el fondo de pantalla de que el teléfono pertenecía a Freen, así que lo oculté.

Mong se estaba tardando demasiado y mi estómago rugía del hambre, entonces decidí pedir milktea y un brownie de chocolate para acompañarlo mientras pensaba qué hacer con el móvil de Sarocha. No tengo idea de cómo será su contraseña, pero podría intentarlo y en caso de lograr desbloquearlo, haría que se arrepienta de todas las veces que molestó a mi novio y mis amigos. Esa chica es insoportablemente odiosa.

Cada vez que la vemos por los pasillos de la universidad, tenemos que escondernos para que no los moleste. A decir verdad, a mí ni siquiera me mira a los ojos, pero a mis amigos... pobre de ellos, que han tenido que aguantar todo tipo de humillaciones de su parte. Sarocha es una persona malvada, se nota en todo su ser. Siempre lleva ropa negra, está seria y con cara de enojada. A veces pienso que su único motivo para vivir es hacerle pasar malos momentos a la gente.

De repente una vibración interrumpe mis pensamientos. Es el móvil de Freen recibiendo un llamado de su madre. Decidí atender para hacerle algún tipo de broma, pero para mi sorpresa, ni siquiera me dejó hablar.

—Freen, ¿dónde estás? Vuelve a casa. Lo lamento tanto, sé que no soy la mejor madre y tengo tantos defectos que estás cansada de lidiar conmigo y mi problema, pero prometo que si vuelves, voy a remediarlo.

No pude responder.

—¿Freen?

—Mmh, hola. No soy Freen. Yo.. eh... he encontrado su móvil en un restaurante.

—Oh... ¿por favor podrías devolverlo? ¿Dónde estás ahora?

—Claro, pero no sé dónde está ella, creo que podría buscarla.

Vi a Sarocha acercarse al restaurante y supe qué era lo que tenía que hacer.

—La acabo de ver. Me encarguaré de devolver su teléfono y de que vuelva a casa.

—Gracias... ¿Tu nombre?

—Rebecca.

—Gracias Rebecca.

—No hay por qué.

Corté la llamada y escondí el móvil entre mis piernas. Freen se acercó a mi mesa y con su mejor cara de asco me preguntó si había visto su teléfono. Lo buscaba por la mesa y por el suelo, incluso me ordenó que me levantara de mi asiento para buscarlo.

freenbecky; one shot ✧ 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora