Tracy vive en una mansión enorme. Ha sido criada allí, aislada de todo contacto exterior. Los habitantes de la mansión se hacen llamar "Los Etéreos", y parecen en busca de algo "trascendental". Los habitantes de los pueblos cercanos a la mansión tie...
- Sé que puedes verme. Sé que puedes oírme. Jill: ... - Ven Jill se despertó, estaba soñando. Jill era una chica de 27 años, morena, delgada y paliducha, físicamente muy similar a Tracy. Vivía en Exterra, otro de los tres pueblos cercanos a la mansión. La vida en Exterra era más parecida a la vida en una ciudad, en Exterra no iban a cazar, incluso tenían su propio bar, en el que tomar bebidas y comer algo sencillo. Sin duda, todas estas ventajas respecto a los otros pueblos, debían deberse a algún tipo de acuerdo con Los Etéreos. El pueblo estaba situado cerca de un río y la vegetación abundaba.
Jill se levantó de la cama, aún algo abrumada por el sueño que había tenido. Se aseó y salió de su casa, caminó al bar, ella era la camarera. Alastor estaba en la puerta del bar, era un chico alto, de 35 años y tenía el pelo blanco.
Jill: ¿Qué haces aquí? Alastor: Yo también me alegro de verte. ¿Has oído lo de Mite? Jill: ¿El qué? Alastor: Al parecer ha sido arrasado. Todo el pueblo Jill: ¿Arrasado? ¿Qué ha pasado? Alastor: Parece ser que los de la mansión han perdido algo y creen que puede estar en alguno de los pueblos Jill: ¿Eso quién te lo ha contado? Alastor: Ya te he dicho que cuanto menos sepas, mejor.
Alastor se enciende un cigarrillo y parece bastante indiferente ante toda la situación. Él tenía contacto con alguno de los emisarios de Los Etéreos y, aunque casi nadie se atrevía a preguntar, todos estaban seguros de que la mejora de sus condiciones de vida se debía a los negocios de Alastor con Los Etéreos.
Alastor: Bueno, cuéntame, ¿qué harás después de trabajar? Jill: He pensado en dar una vuelta por el bosque Alastor: ¡Qué idea tan horrible! Pero no puedo decir que me sorprenda. Últimamente vas mucho. ¿Qué se te ha perdido allí? Jill: En fin... Volviendo a lo de Mite. ¿Qué es lo que ha pasado?
De repente, se escucha el sonido de las herraduras de un caballo contra el suelo. El jinete para en el bar, se baja del caballo y sonríe a Jill.
Blaine: Yo. Yo soy lo que ha pasado
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Mientras tanto, en Somnus: Estaba amaneciendo, pero Steve se había levantado muy temprano para ir a por agua al río y ya estaba volviendo a casa.
Steve: Vamos, cariño. ¡Hora de levantarse! Alex: Papá, no grites Steve: Venga, tienes que empezar el día con energía Alex: ¿Pero qué hora es? Steve: La hora de levantarse, vamos. Verás que desayuno más rico Alex: Papá, ¿no te das cuenta de que esta actitud que tienes conmigo, es lo que hace que los demás me traten como a una cría? Steve: La mayoría de la gente de los pueblos ha tenido peor suerte que nosotros, muchos perdieron a todos sus familiares tras la catástrofe. Tú misma perdiste a tu madre. Deberías valorar más estos ratos con tu viejo Alex: Lo sé, papá. No quiero decir eso, es que... Steve: Lo sé, todos tus amigos son mayores que tú y eso te hace sentir pequeña. Sé que no eres una niña, pero eres mi niña. Siempre lo vas a ser. El mundo se ha ido al traste y no hay día que no despierte asustado, pensando en qué podría pasarnos, pero... no tiene sentido... hay que vivir día a día, eso es lo que hago. Vivir el día, disfrutar cuando salgo a por agua al río Alex: ¿Disfrutar de qué? Steve: Del aire, de los árboles, del sonido del agua al bajar por el río. Quiero disfrutarlo todo, porque me aterra que un día sea el último, porque no me fío de esa gente de la mansión, porque ya no vivimos acorde a unas leyes, porque si esos Etéreos deciden venir a hacernos daño, nada ni nadie se lo va a impedir. Por eso quiero disfrutar de todo, de mi hija también Alex: ¡Ay, papá! (se abrazan) ¿Por qué piensas que Los Etéreos nos harían daño? Bueno... a mí también se me ha pasado por la cabeza, pero me gustaría saber por qué lo dices Steve: Se llevaron a algunas personas y no hemos vuelto a saber nada de ellas. A saber a cuánta gente se habrán llevado y de dónde... y cuándo Alex: Ya Steve: Bueno... ¿Te parece que habría tenido esta conversación contigo si pensara que eres una "cría"? Alex: Supongo que no (sonríe) Steve: ¿Desayunamos entonces? Alex: Pero tú llevas horas levantado, ¿no has desayunado ya? Steve: Sí, pero desayuno otra vez Alex: No puedes desayunar dos veces Steve: ¿No? Mírame (se ríen)
