𝑬𝒍 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐𝒔 𝒖𝒏𝒆 | Nomin Omegaverse

meet him

ESPECIAL POR MI CUMPLE ❤️❤️

- Está Sullyoon? - Dijo mirando a Jaemin-

- Jen... tengo que explicarte algo -dejó que Jeno pasara a su casa-

Entró y se sentó en el sofá, era un sitio acogedor, de una sola planta, un baño y una habitación, sólo una? dormirían juntos los hermanos, supongo.

-Qué es Jaemin? - lo miró atentamente-

- Solo quiero decirte que no te cabrees conmigo cuándo te lo diga, te va a sorprender un poco, lo sé, pero porfavor, no me odies después de esto, trato? -le extiende el meñique para hacer promesa-

- Trato... -une sus meñiques-

- Bien... ahí voy. Vale, quiero que sepas que eres un tío genial y muy guapo, no voy a mentir -terminó con una sonrisa- Pero, es sobre la tal Sullyoon...

- Gracias... y, que pasa con Sullyoon? -dijo medio sonrojado-

- No existe una tal Sullyoon... no es mi hermana tampoco, soy hijo único... -terminó, mirando sus manos con timidez-

Jeno no dijo nada durante un minuto, cosa que asustó a Jaemin bastante a decir verdad. Pensaba que Jeno le gritaría o saldría corriendo hacia su casa, o se enfadaría con él, se esperaba de todo.

Sintió como unos fuertes brazos lo abrazaban, era un abrazo cálido, lleno de paz y calma. Se sintió como estar en una cama muy blandita.

- Jen...? no vas a salir corriendo o a enfadarte conmigo? -dijo escondiendo su cabeza entre el cuello y hombro de Jeno, aspirando todo su aroma-

Jeno soltó una suave risa, una risa que hizo que el corazón de Jaemin se moviera más rápido de lo normal, haciendo que se ponga nervioso y se sonrojara un poquitín.

- No, pequeño. No es razón para enfadarme contigo, sólo responde. Porqué te hiciste pasar por chica? -se separó levemente de Jaemin, sin separarse del abrazo-

- Sólo quería tener amigas... quería saber qué se sentía tener un hombro en el que llorar o apoyarte al sentirte mal... -secó una pequeña lágrima- y justo en ese grupo, solo aceptaban chicas, no sé porqué te aceptaron a tí, sinceramente. -lo miró con ojos de perro abandonado-

Jeno sintió que se le salía el corazón por la boca al ver esos tiernos ojos color verde y miel. Tan tierno ante sus ojos, que le dan ganas de guardarlo en una vitrina y protegerlo toda su vida.

- No llores, precioso, no pasa nada malo, lo entiendo completamente, no tienes porqué preocuparte, vale? -le sonrió levemente y puso su mano en la mejilla del contrario, limpiando una lágrima con su dedo pulgar-

Jaemin se apoyó en la caricia. Una mano tan suave, cálida y grande que le hacía sentirse pequeño, ante una sola mano.

Jeno río al ver cómo cerró sus ojos apoyándose en la caricia.

- Tienes sueño, Jaeminnie? -le dijo en un tono aterciopelado que hizo que a Jaemin se le pusieran los pelos de punta-

Asintió levemente para luego sentir como era levantado por esos mismos brazos que lo habían abrazado hace minutos atrás.

-Donde está tu cuarto? -

- Puerta a la derecha -dijo apoyado en el pecho de Jeno-

Sintió como lo dejaban suavemente en su cama, tan suave que hizo que su corazón se sintiera cálido y querido. Una manta lo cubrió de forma tranquila y sin desasosiego.

Jeno se levantó para irse a su casa, sintió como una pequeña mano lo agarraba del meñique levemente. Se dió la vuelta y otra vez, Jaemin lo estaba mirando con esos ojos de cachorrito.