Espejismos

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*Nota de autora*

Hola de nuevo .3.

Hoy toca actualizar esta historia SouHaru tan bizarra. Aquí, Sousuke empezará a divagar...en varias situaciones que lo involucran con nuestro pelinegro favorito (jijijijijijijiji :P)

A propósito, para no cofundirse en la lectura respecto a las "alcinaciones" y la vida real, escribiré las alucinaciones en cursiva. Y este cap es larguito, así que disfruten. A propósito, las alucinaciones están en el contexto de que Haru en realidad sea BEA


*Atención*

El siguiente capítulo contiene referencias sexuales de calibre medio e intenso...la autora recomienda la discreción del lector...


Al día siguiente, me tocó ir a la oficina a supervisar una entrevista. Me removí en la cama y me senté en el colchón, haciendo tronar mi espalda y bostezar profundamente. Me levanté y caminé hasta mi ducha, siendo saludado por la espalda desnuda de un muchacho de cabello negro. Sus manos circulaban por los hombros de una bata de baño de color azul oscuro, deslizándola por una piel lustrosa, que se extendía hasta sus piernas. Se volteó y mostró unos brillantes ojos azules, mirándome con un deseo implícito en estos. Reconocí una suave risilla saliendo de sus labios rosáceos

-Me alegra verte de nuevo Sousuke-saludó ese chico

-¿Haru?-balbuceé atontado al reconocerlo. Se metió a la ducha y abrió la llave, haciendo correr el agua por su sedosa piel. Contemplé como las gotas se deslizaban por su cuerpo, lo que causó una dolorosa erección gestándose en mis boxers

-¿Quieres entrar conmigo?-sonrió mientras me miraba tras la cortina de vapor emanando de la ducha. Asentí embobado al verlo deslizar sus manos por sus caderas entalladas. Me quité la ropa interior restante y me metí rápidamente en la ducha, recibiendo un suave beso en los labios, que se intensificó en el momento en que mis manos bajaron hasta su cadera, dándole un apretón a estas y escuchando un gemido salir de su boca-¿Estás ansioso?-preguntó con un movimiento de su cintura, y saboreando el instante en que su culo rozó con mi pene

-No tienes idea de cuanto-siseé y agarré su nuca, saboreando sus labios con un beso intenso, separándonos con un sondo húmedo que rebotó contra las paredes-Ponte contra la pared y empina ese indo culo tuyo

-¿Así?-jadeó mientras sus manos se apoyaban contra la pared de la ducha y levantando su retaguardia con descaro, sacudiéndola y despertando mis instintos de macho

-Muy bien pequeño, mantente así-jadeé contra su oreja y comencé a deslizar mi miembro contra su entrada...


Desperté del shock y el sudor se deslizó por mi frente. Fue asqueroso, pero me levanté de la cama de todas formar y me dí una ducha bien merecida, ansioso por olvidarme de aquel inquietante sueño con mi vecino nuevo. Ví la hora antes de levantarme y me acordé de que tengo que estar en la oficina temprano. Sali de mi departamento y me metí en mi Mazda plateado, perdiendo el rumbo por las calles de Tokyo


Llegué a la oficina, siendo saludado por Kisumi y los soniditos que ocasionaban los juegos de su teléfono. Me alboroté los cabellos y suspiré

-Alguien tuvo una mañana entretenida-repuso el pelirrosado tras la pantalla de su celular

-Cállate-gruñí con una mirada amenazante dirigida al chico, a lo que este alzó los hombros con desinterés

Mi vecino de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora