Lágrimas de Dragón: Las Tierras del Dominio

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Ya habían llegado a las tierras del Dominio, la mirada ennegrecida de la que fue la brillante luz del palacio de la fortaleza roja se había apagado totalmente, parecía que hasta su cabello había cambiado de color, el carruaje se movía haciendo que Thaeila solo se quedara dormida por unos instantes, pero fue despertada por una de las siervas que le dijo que tenía que cambiar sus ropas, pues la niña al quedarse dormida se orinaba sin darse cuenta.

La niña no quería salir de la carroza, pero era la septa que la convencía de salir de ahí y tratar de mostrar una sonrisa, pero no lo hizo.

Después de Drifmark la niña comenzó a ser callada, no comía bien, no sonreía, no dormía, no se bañaba en compañía de sus ciervas.

Ni le gustaba estar cerca de las figuras masculinas, y casi se puso a llorar el día que fue recibida en el palacio de Alto Jardín, pues el ruido y las cortesías masculinas no le eran de su agrado.

No había sido la única niña que había llegado ahí, la mayoría de Lores siempre enviaban a sus hijos a aprender en otros lugares siendo damas de la corte o simplemente se quedaban a ser las prometidas de algún señor importante que esperaban que creciera, pero para Thaeila fue un pequeño viaje para que la gente de la fortaleza roja no hablara de la creciente virtud que fue mancillada cuando fue al funeral de Laena Velaryon, convirtiéndola en la dama momentánea de la hija del rey de Alto jardin

Los hermanos Cargyl acomodaban todo, mirando de reojo a la niña que protegían, pero esta se mantenía detrás de bancas o pegada a extremos de la pared, siempre bostezando y con crecientes ojeras que la hacían ver demacrada.

Cualquiera que la viese decía que parecía una anciana pequeña porque cada vez tenía un aspecto más triste, demacrado y andaba jorobada.

Cuando llegó al bello palacio de los Tyrel fue bienvenida por todos, pero ella ni los recordaba, y debía empezar sus lesiones para convertirse en la dama de la princesa de Alto Jardin

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Cuando llegó al bello palacio de los Tyrel fue bienvenida por todos, pero ella ni los recordaba, y debía empezar sus lesiones para convertirse en la dama de la princesa de Alto Jardin

Cuando empezaban sus clases de costura ella se dormía y cuando eran las clases de canto y poesía no hablaba, y a la hora de cocinar, sus platillos eran desabridos hasta que los señores y maestros empezaron a hablar de Thaeila como la Targaryen inútil y ante las damas de la corte y las pequeñas princesas que venían de Bastión de tormenta, las hislas del hierro y los hijos de la casa Bolton,le decían la plateada sin dragón.

Para nadie era desconocido de que casa pertenecía, pero la soledad y el estrés de los acontecimientos la atormentaban y los vómitos y pesadillas provocaron que un día se cortara las muñecas y no despertara el día siguiente.

-Buenos días princesa...hoy es un hermoso día soleado...-Dijo su septa Nela-Princesa hoy trajimos su desayuno favorito, fresas con miel y leche...-La septa y sus ciervas estaban paradas y se miraban entre ellas.

-Hoy le dijimos a sus guardias que construyeran un hermoso columpio para usted cuando valla a los jardines mi princesa, para que vea las flores del palacio-Dijo una de sus siervas

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