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Para Felix hacer trámites si era un poco estresante, sin embargo, le gustaba salir al aire libre.

Aunque se encontraba en la ciudad-centro y la mayoría del aire de allí estaba contaminado. Detalles.

Para su buena y mala suerte, depende quién lo veía, la mayoría de sus trámites no se lograron completar ya que no estaban disponibles los lugares a los cuales debía recurrir.

Esto significaba llegar mas temprano a la casa: "Yeii" pero tener que dejar estos pendientes para otras veces y tener que volver a salir al centro: "Noo". Era un caos el centro en la mañana, que quede claro.

Suspiró rendido mientras se bajaba del último autobus y llegar a la casa a ver a los menores. Esperaba que se encontrarán bien y la casa no fuera un desorden total.

En el fondo, en realidad, confiaba en Hyunjin, fe que al parecer ni su madre le tenía.

Era verdad que lo conocía hace dos días, pero nunca tuvo una actitud negativa o que pudiera crear un comentario malo de su parte. Reconocía su actitud infantil y, sin decirlo en el mal sentido, floja. A pesar de eso, ayudaba cuando tenía la oportunidad.

Sacó las llaves de su bolso y entró a la gran casa.

Oh

no

Alto ahí, esto será un abre paréntesis.

No hay que exagerar del todo, peor sería que la casa estuviera en llamas cosa que no estaba, aún así, para Felix era lo suficiente poco responsable.

Había un camino de, ¿cereales? desde la cocina hasta una de las habitaciones interiores. Los menores dormían para nada cómodos, al verlos a simple vista, en el sillón perfectamente "abrazados".

Aww, tan adorables.

Felix, no te desconcentres, estamos juzgando como está la casa.

La televisión estaba encendida sin que nadie la estuviera viendo, ¿nadie piensa en el gasto de luz acaso?

—Ricos tenían que ser.

Entró a la cocina. Felix agradeció no ver un chiquero enorme, sin embargo, la loza no estaba limpia, había una acumulación de esta sucia pues al parecer no lavaban desde la mañana.

Bien, no era lo peor de todo. Respira Felix, que tú seas una persona tan maniática no significa que todo el mundo lo sea.

Cuenta uno, dos, tres, uno, dos, tres.

La habitación de los menores, la cuál estaba primero que todas, se encontraba totalmente desordenada. La ropa de Riki esparcida por todos lados y la de Yeji igual, aunque esta no del todo pues estaba en un rincón apilada, sin embargo, en el suelo. La cama desecha, calcetines encima de estas y al parecer el camino de cereal de un inicio también llegaba ahí.

Siete, ocho, nueve...

Se paró en frente de la puerta del mayor y respiro hondo. Estando apunto de tocar la puerta cuando sus nudillos dieron con esta se abrió, al parecer, no estaba del todo cerrada.

Si la pieza de los menores estaba hecha.un desastre a la vista de Felix, ¡la habitación de Hyunjin era una pocilga!

La ropa estaba tirada por todo el suelo, el armario con ropa a medio abrir con todo dentro desordenado. Había, en el velador, un vaso casi vacío con ¿coca cola? adentro y un plato con medio pan servido. La pequeña lámpara, además, se encontraba encendida. Además de el pequeño escritorio lleno de papales y basura encima.

Y claro, lo principal aquí, Hyunjin tumbado a lo largo de toda la cama boca abajo roncando profundamente dormido.

Lee, no tienes derecho de hacer un escándalo. ¡Los niños están bien! ¡No están en peligro! Si este fuera el caso, que quede claro que Hyunjin podría declararse por muerto...

Cuidador ᴴᵞᵘⁿˡᶦˣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora