Naruto ni Avatar me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.
Sin mas que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo.
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Entonces ella gruño al sentir los rayos del sol dando en su cara, maldito sol que no le dejaba dormir.
Espera.
¿DORMIR?.
Korra se sentó de golpe mientras que observaba a su alrededor, pero rápidamente aquello fue olvidado.
-¡Auch!-Se quejo Korra al sentir su cuerpo adolorido mientras que se estremecia.
No era un dolor desagradable ni mucho menos, era como si hubiera abusado entrenando y su cuerpo lo hubiera resentido.
Pero entonces las imágenes del día anterior golpearon su mente peor que un pilar de piedra.
Escena retrospectiva.
Entonces ella gimio sentada a horcadas suyo mientras que sentía su feminidad arder.
Cada movimiento de su cadera era una corriente eléctrica pasando por su espalda de una manera que ella deseaba que nunca se fuera.
"Na-Naruto"
Entonces Korra dijo el nombre de su amante entre cortadamente, mientras que mordía la oreja de su acompañante.
Sintió como era levantada mejorando su placer, sus piernas se enrollaron alrededor de su cintura evitando que cayera.
Ella choco contra la pared pero no le importo, ella seguía deseándole, un deseo que era intoxicante para ella.
Sus dedos se hundieron en la pared como si estuviera echa de simple papel cuando su amante reanudó su va y ven mientras que sentía una sensación que ella no había olvidado ni nunca olvidaría acercarse.
El gimio su nombre mientras que aquello era dulce melodía para sus oídos, se sentía invencible, ver a su amante intentar devorarla era una sensación embriagadora.
Cada estocada hizo que los elementos dentro de la habitación se movieran.
El fuego de las velas se encendió subiendo y bajando al compás de su coito, el agua levito saliendo del vaso y el viento aulla en la ventana.
Baba salió de la comisura de los labios de ella al sentir que el placer sobrepasaba el anterior, ya casi solo faltaba...
Entonces ella grito el nombre de su amantes mientras que sentía su feminidad arder pero ser rápidamente apaciguada por su amante cuando este también llegó a su clímax.
Su cabeza se recostó en el hombro musculoso de su amantes mientras que su cabello se pegaba a su frente jadeando audiblemente.
Ella no pudo evitar quedar hipnotizada ante aquellos ojos azul eléctrico mientras se inclinaba.
Ambos se dieron un beso mientras que Korra sentía al causante de su placer volver a la vida nuevamente.
