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Home,un vecindario muy agradable y pacífico,habitado por 8 amables personas.
Pero el más llamativo,Wally Darling,posó sus grandes ojos de pupilas negras en ti...¿Un milagro de amor o una maldición que disfrutarás?
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Mañana como cualquier otra,pero algo distinta esta vez.
Algo en mi se sentía apagado,me sentía desilusionada,a comparacion de la felicidad que siempre me daba empezar un nuevo día. No quería tener que admitirmelo a mi misma,pero si,era por el rechazo de Wally el día de actividades. "Lo...lamento,Julie. Yo no- puedo verte con ese amor,eres de mis mejores amigas y nada más,eres muy especial pero no- no con ese- afecto,perdóname."
Realmente me había echo sentir mal,no sus palabras,si no que yo siempre pensé erróneo,creyendo que el podía llegar a sentir lo mismo por mi. Los pensamientos nublaban mi mente,la recorrian y seguían dando vueltas y vueltas,haciéndose más fuertes como si de un tornado se tratara. Estaba comenzando a tener un nudo en mi garganta. Aún seguía en cama mientras todo esto pasaba,así que un buen paso para que estos pensamientos me dejaran sola era levantarme de una vez. Tomé un baño de burbujas,me cambié,cepille mi cabello y lo arregle,para despues bajar a desayunar,como lo hacia todas las mañanas,pero aún seguía algo desalentada. Tome mi desayuno y salí a ver a Frank,el era mi mejor amigo y siempre tenía las respuestas a mis dudas,seguro el sabría que hacer ante mi situación.
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La rubia llegó a la casa del pelinegro,quién se encontraba tomando el desayuno con su pareja en una mesa afuera de su casa. ¿Quizás no era un buen momento? Eso no pareció importarle a la piel durazno,pues se acercó aún con más entusiasmo. -¡Bueenos díiias!-gritaba la rubia con los brazos abiertos. -¡No grites,Julie! Es muy temprano aún! -Reír Ahora tú estas gritando,cielo-dijo el cartero tomando la mano sobre la mesa de su pareja,acción que encendió el rostro del pelinegro.
-¿Puedo sentarme con ustedes?
El pelinegro se tornó incómodo,quería la mañana para disfrutarla con su amado,pues no lo vería de nuevo hasta en varias horas,ya que él terminara de trabajar.
-Ahm...Bueno- yo- -¡Será rápido,lo prometo! Me iré apenas me respondas algo,nisiquiera hace falta que me siente. -Habla entonces,Julie.-dijo el piel ceniza,algo aliviado por dentro. -Bueno...¿Por qué ambos se enamoraron uno del otro? ¿Cómo hicieron que el otro compartiera sus sentimientos? -No lo hicimos.-respondió el ratón de biblioteca.
