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𝙴𝙻 𝚃𝙾𝚀𝚄𝙴 𝙿𝙴𝚁𝚂𝙸𝚂𝚃𝙴𝙽𝚃𝙴 𝙳𝙴 𝚂𝚄 𝙼𝙰𝙽𝙾 𝚂𝙾𝙱𝚁𝙴 𝙻𝙰 𝚂𝚄𝚈𝙰
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Es el invierno antes de entrar a su primer año de preparatoria, hace frío, pero no nieva, no es extraño para Buraza no tener grandes nevadas, ha sido de esa manera durante ya muchos años, sin embargo, los vientos soplan fuerte y la mayor parte de los árboles han perdido todas sus hojas.

Osano exhaló un largo suspiro antes de cerrar el libro en sus manos y golpear su frente repetidamente contra la superficie de la mesa de madera. Ayano, que estaba sentada frente a él, levanta la vista del libro que estaba leyendo.

- ¿Estás agotado? -Vuelve su mirada al libro, los exámenes de admisión están a la vuelta de la esquina y necesitan sin mayor riesgo poder entrar al instituto de su prefectura, Ayano había tenido la idea de estudiar en la biblioteca pública, es tranquilo y pacífico, además, hay una máquina de cafés al fondo por solo unos cuantos centavos.

- No es nada importante. -eso definitivamente significa algo, pero Ayano lo conoce, ella puede sentir su ansiedad en el aire, es tan difícil que él sea sincero con lo que siente que incluso piensa en dejarlo pasar. Pero no lo hace.

- ¿Es eso así? -Si Osano no empieza a concentrarse, no podrá pasar su examen de admisión y no estarán juntos en la escuela, no sería tan grave, aun así se verían los fines de semana y sus casas no están tan alejadas la una de la otra, pero eso no evita que Ayano sienta una extraña sensación de presión en el pecho al pensar en eso, no más almuerzo juntos o platicas durante la caminata a la escuela- Tal vez deberíamos dejarlo por hoy, ya hemos estudiado bastante de todas formas y se hace tarde.

Afuera hay mucho alboroto, la ciudad mucho más brillante que de costumbre, el mar de personas que iban de aquí allá envueltos en abrigos gruesos y botas pesadas, la temperatura había disminuido con el pasar de los días y la agitación de la ciudad debido a qué navidad estaba cada vez más cerca.

Tomarán el metro y se han dado la mano de nuevo, con el tiempo se había vuelto más una costumbre, es diferente para ambos, Osano puede sentir el calor de sus palmas incluso a través del guante de lana, no ha tenido el valor para decirle sus sentimientos a Ayano, han estado demasiado ocupados con la escuela y no quiere correr el riesgo de arruinar lo que tiene con ella, incluso si lo rechaza, él aún querría seguir siendo su amigo, pero no quiere que las cosas se vuelvan raras entre ellos. Ayano simplemente deja que tome su mano y la lleve por la calle en silencio, si es honesta, ella siempre espera que Osano lo haga, más como un reflejo que como una decisión propia, se siente como si fuera lo correcto. Incluso después de todos estos años, está el toque persistente de su mano sobre la suya.

Colocan el dinero en la máquina de los boletos, el vagón está moderadamente vacío, algunas personas esparcidas por todas partes, adultos que regresan a casa después de un largo día de trabajo. Sus manos unidas aun cuando toman asiento.

Ella mira a Osano de reojo, oculta su rostro en la bufanda naranja, pero ella puede distinguir sus orejas rojas, seguro por el frío, piensa, tiene las cejas levemente fruncidas, ¿Hay algo que lo enoja? Había estado comportándose extraño en la biblioteca.

Ella no dirá nada, si le pregunta, Osano le responderá que no es su asunto o algo parecido, eventualmente mejorará, no es más un niño pequeño y si necesita su ayuda, él se lo dirá.

- ¿Harás algo para navidad? -Ayano lo mira cuando él pregunta, siente el agarre de su mano un poco más apretado.

- Nada en realidad. - No había nada planeado en realidad, sus padres solían salir juntos ese día, navidad se había convertido más en una fecha romántica para las parejas, se quedaba en casa y comería las sobras del almuerzo como cena, estaría en su teléfono o terminaría la tarea.

Pronombres personales en singular | Osano x AyanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora