Cedric

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El gran comedor era un caos, comida, platos,  cubiertos y hechizos iban y venían entre las Casas Slytherin y Hufflepuff.

El director y los profesores no sabían ni podían parar el enfrentamiento entre las Casas.

Mientras las dos Casas restantes hacían porras para quiénes creían que ganarían.

Nadie sabe porque lo hizo, tal vez, por una apuesta, un mero capricho o un acto completamente suicida y estúpido.

Pero lo que sí se sabe es que Cedric Diggory, tuvo la idea más estúpida y que probablemente lo deje sin descendencia, besar la mejilla de Harry Potter pero para su mala suerte el elegido había volteado su cara lo justo para que dicho beso rozara sus labios.

Solo con estar cerca de Potter es un peligro, tocarlo se traduce a que seguro pierdes una extremidad en el mejor de los casos, ¡Besarlo! Es una sentencia de muerte.

Había apuestas, claro que sí las había, de ver que tan cerca puedes acercarte a Potter antes que su celoso y psicópata novio, un maldito Veela,  te arrancará la garganta con sus garras.

Claro, los adolescentes son imprudentes, estúpidos, hormonales, suicidas.

Porque Harry Potter, el niño que vivió y ganó, es novio del Príncipe Slytherin, un Veela, un Malfoy, un maldito loco que tiene inmunidad mágica si cree que intentas robar a su novio.
Porque los Veela son primitivos, celosos, posesivos, agresivos y si dicha bestia es el mismísimo Draco Malfoy.

  ¡Uff!

Mataría al que se atreva a respirar el mismo aire de su pareja. Y sus compañeros de casa lo ayudarían si dudarlo.

Por eso el comedor es un caos. En cuánto Draco vio a esa escoria acercarse a su chico se paró de la mesa listo para bajarle algunos dientes, cómo Weasley le había enseñado (Sí, ignoren que se hizo amigo de la comadreja y que adoptó una práctica tan primitiva como los muggles)

Sus alas surgieron de su espalda y a una velocidad abismal se lanzó contra el Hufflepuff, lástima que alguien había puesto un escudo protector sobre el chico, ansiaba desgarrarlo y arrancarle los labios que se atrevieron a besar a su pareja.  Otros compañeros, idiotas y con cero instintos de sobrevivencia, trataron de defender a su compañero. Y los Slytherin no se quedaron atrás, defendiendo el honor de su Príncipe y su pareja se lanzaron a la pelea.

—Draco.— ese simple murmullo logró hacer desistir a la bestia, que ya casi había roto el escudo de ese inútil.

Harry solo necesito estirar su mano en dirección a su pareja para tener a esté completamente pegado a su cuerpo. Un beso pecaminoso, y no apto para el público, fue lo que recibió. Draco ansiaba borrar todo rastro del intruso con sus labios y lengua, sus manos se paseaban posesivas y lujuriosas por el cuerpo de Harry.

En un momento de lucidez miró a Harry, su Harry, con sus ojos llenos de amor y lujuria.
Atrás quedó el gran comedor cuando los hizo aparecer en la sala de menesteres.

Poco a poco fue recostando a su chico en la gran cama, su boca fue paseando desde su cara hasta ese delicioso cuello en el cuál dejó renovadas marcas, haciendo énfasis en la marca de apareamiento dónde clavó sus colmillos recibiendo un profundo gemido cómo premio.

Perdió completamente el control cuándo Harry acarició suavemente sus alas, desde la primera vez que lo hicieron con Draco  en ese estado le gustaba acariciar todo lo que podía, las pequeñas plumas que crecían en parte del rostro y torso del rubio se sentía extrañas y excitante  bajo sus dedos, las garras paseándose suavemente por todo su cuerpo era incitante, envolvió sus piernas alrededor de su cadera mostrándole su excitación. Frenéticamente arrancó la ropa de ambos con sus garras.

Los suspiros, gemidos y gruñidos hacían eco en la habitación. Sus cuerpos sudorosos se movían en perfecta sincronía, el éxtasis llegaría pronto, podían sentirlo en las puntas de sus dedos.

Llegaron a la cúspide con el nombre de su amado saliendo desde lo más profundo de su ser.

—Me debes una túnica.— murmuró viendo un pedazo de la misma en un mueble. Con su rostro medio escondido en el cuello  del Veela y acariciaba el pecho libre de plumas de su pareja.— ¿Draco? — llamó antes el inusual silencio postcoital.

Bueno, nadie planea un homicidio a voces.

—Te compraré una tienda, si quieres.— respondió besando la sien de su chico.

Harry negó con la cabeza sabiendo que era capaz de hacerlo, le había comprado una franquicia cuando le contó que le encantaban las grageas.

Por otra parte, Cedric tuvo que ser transferido lo más lejos (y rápido) posible de Hogwarts. Tal vez así se evite el ser mutilado.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2023 ⏰

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