----------8 horas antes del fin----------

Bajándose del avión, en la entrada del aeropuerto los esperaba una camioneta negra, pusieron las maletas en el baúl y se subieron a ella, era muy espaciosa, tenía un chofer y se veía bastante costosa, Alexander está extrañado por todo esto, así que le pregunta a su padre:

─¿Cuánto te costó esto?, parecer ser una fortuna.

─Todo esto lo pagó la empresa.

─¿Fungitech? ─preguntó Alexander.

─Exactamente ─respondió Albert.

─Otra cosa, ¿hacia dónde vamos ahora mismo?

─Estamos de camino a Madrid donde nos estaremos quedando, será en ese lugar porque es el más cercano a los laboratorios.

─Ah Ok, está bien.

Durante todo el camino se quedó asombrado por la belleza de la ciudad de Madrid, se sentía la cultura y toda la esencia madrileña, toda esta ciudad era nueva para él, hasta que se percató de algo que vio de reojo por la ventana, eran dos chicos agarrados de la mano, esa simple imagen, le sacó una sonrisa, porque esas cosas no las veía en Colombia y mucho menos en Cuba, aquí todo era diferente, no era como esos lugares, era mejor, había más diversidad, mayor libertades y por supuesto mayor respeto hacia personas Queer o mejor dicho diferentes.

Llegando casi a la nueva casa nota algo curioso, hay un auto estacionado afuera de ella. Se bajan del auto, y el chofer los ayuda a bajar las maletas, mientras se bajan del auto y sacan las maletas, las puertas de la casa se abren, saliendo de ella Daniel y su padre. Daniel y Alexander salen corriendo en dirección a cada uno para darse un gran abrazo.

─¿Te diste cuenta? ─pregunta Alexander a Daniel.

─¿De qué?

─De que aquí podemos ser como somos sin problemas, libres de expresar nuestro interior sin represalias del mundo, podremos salir a la calle de la mano, e incluso abrazarnos ─dijo Alexander muy emocionado.

─O tal vez besarnos...

─También, ¿quién sabe? ─responde mientras ambos se ríen.

─Bueno ya, vamos a entrar, tenemos que recorrer la nueva casa.

Ambos caminan al interior del edificio, en primer lugar son 2 casas en una, una en la primera planta y otra en la segunda, la de la primera planta es la de Daniel y su padre y la de la segunda planta es la de Alexander y su familia, ambas casas son grandes y acogedoras, están completamente amuebladas, así que lo único que tienen que hacer es instalarse y acomodar todas sus pertenencias, Daniel ayuda a Alexander con sus maletas y lo acompaña a su casa, hacia su habitación.

─Si quieres te puedo ayudar a desempacar ─dice Daniel sentado en la cama de Alexander.

─No, gracias, estoy bien, solo tengo que acomodar un par de cosas, como esto ─dijo sacando el marco que le regaló Jess.

─¿Qué es esto?

─Es un regalo que me hizo Jess, ya que, no sabemos cuándo regresaremos. Le regalé un collage de las fotos más importantes de nuestra amistad y ella me hizo esto a mi ─dice sonriendo.

─Que lindo ─dijo mientras la miraba con detalle─. Déjame ponerla aquí.

─Se ve bien ahí, aunque voltéala un poco más... ¡perfecto!

─Oye, creo que nuestros padres trabajan hoy así que podríamos tener una noche de pelis con tu mamá para inaugurar la nueva casa.

─Me parece bastante bien y lo mejor es que la televisión es súper grande.

Antes del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora