Capitulo 5

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Ran  20 años | Nahoya 28 años

Y ahí, en una tarde de primavera se encontraban los dos jóvenes, el Haitani mayor y el Kawata mayor en una pequeña laguna alejada de la ciudad.

Y claro que no, no estaban teniendo una charla tranquila ni mucho menos cómoda o agradable.

Hace un mes, Ran había iniciado su cortejo hacia Nahoya, así que ahora, ya se había cumplido el mes y era hora de que Nahoya decidiera si mandarlo a la verga o quedarse con el.

- ¡Nahoya, porfavor!..¡Solo dame una oportunidad! Si no te convence, lo juro, me largo de tu vida para siempre. - Gritaba el Alfa, no estaba acostumbrado a que alguien lo rechazara, normalmente todos le ruegan a el; betas, omegas e incluso algun@s alfas.

Pues si, al parecer Ran había crecido y todas y todos le rogaban, está muy guapo el estúpido.

Conoce a Nahoya desde los 4 años, es por eso que simplemente no puede entender porque no le da una jodida oportunidad, ¡Lo tiene todo! ; Dinero, es guapo, es romántico, sensual, cariñoso... Y solo con Nahoya, prometió ser fiel y amarlo solo a el.

Realmente ama a Nahoya, ama su actitud, ama su carita, ama su cabello, ama su olor, ama todas sus ideas y en resumen ama todo de el.

Finge que no, porque es orgulloso, pero realmente le duele que lo rechace.
Siente que el corazón se le rompe y estruje cuando el, a quien tanto ama, le dice que no, que se largué y que ya lo deje en paz.

Pero no se rinde.

- Ran, no.. Entiende que no podemos... Soy mayor que tú por 8 años...- Habló apenado.-  Además, ¡Estás comprometido! - Estaba alterado, ese alfa trenzado realmente estaba haciendo que se saliera de sus casillas y perdiera el control.

- ¡Solo son 8 años, Nahoya! -

Le gusta un poco Ran.
Le vale una mierda que tenga dinero, sea popular o todos quieran con el, a el solo le gusta el cachorrito cariñoso que se quería casar con el hace algunos años, si, ese pequeño rubio que se sonroja tontamente al verlo y que siempre le dice lo mucho que lo quiere, claro, además de esos celos que carga con el.

Pero definitivamente, prefería no meterse en problemas con la Omega con la que el Haitani estaba comprometido, no quería interferir en una relación privada y mucho menos hacer que la misma terminará por su culpa.

¡Además de que esa perra está jodidamente loca! Siempre que llama a Ran le habla cariñoso y se pone a insultarlo, perra loca.

- Tu sabes perfectamente que me vale una mierda esa jodida Omega interesada. - Intentó acercarse al Omega anaranjado.- Ella solo quiere aprovecharse de mi dinero y mis padres solo quieren que tenga descendencia.. Y tu lo sabes perfectamente. - Sus ojos se conectaron con los contrarios.

- Maldito Alfa tonto...-

- Naho, porfavor, no quiero estar amarrado con una mujer que no amo.... Yo te amo a ti y quiero estar solo contigo, porfavor, dame una oportunidad. - Finalmente lo abrazó, olfatenado con gusto sus feromonas, a la par esconde su cabeza en el cuello del corderito anaranjado.

- Te amo...Ran, pero yo no quiero meterme en problemas. - Soltó por lo bajo.

Y ahí fue cuando el corazón de Ran se aceleró, se sonrojó, su pantera aullaba de felicidad y emoción y unas mariposas en su estómago lo invadieron.

Claro, se olvidó de su última frase y obviamente se quedó con la primera.

Estaba progresando.

- ¡¿M-me amas?! - El Kawata dio un salto repentino por el susto, acto seguido fue cargado por el Haitani.

- ¡Idiota! Siempre te lo he dicho..-

- Pero creí que era en broma.- Río feliz.

Lo elevó, dando vueltas de felicidad con el, estaba realmente feliz y claramente enamorado.

Y Nahoya, moría de nervios, si, estaba sonrojado y esa sensación de nervios le agradaban, pero a la vez estaba indeciso y confundido.

Ran lo besó en toda la cara, dejando poquitos en su bello rostro, para después bajar hasta su boca.

Era un beso lento, pícaro y sensual, pero a la vez inocente, de amor puro, tierno y sincero.

Ya no podría dejar de besar esos carnosos labios sabor a fresa, eran su nueva adicción, cómo una dulce droga que está dispuesto a probar todos los días de su jodida vida.

Una vez que se separaron, se miraron a los ojos.

- Te amo, Nahoya. -

- Y-yo también... Idiota. -

- Eres tan tierno...- Le dio un beso en su cachete.

Y así estuvieron, entre cariños y mimos.
Ni siquiera fueron concientes de que el sol ya no se encontraba presente, dándole paso a la luna.

Era una bella noche estrellada.

- Ya llevame a casa, alfa estúpido...- Le dió un pequeño poquito en la frente, para después agachar la cabeza y recargarse en su pecho.-.

-  ¡Nooo! Todavía quiero estar contigo un ratito más...- Acurrucó su cabeza en el nuevamente.

Nahoya frunció el ceño, no le haría caso a su rabieta.

Se separó, colocándose de pie y una vez así se estiró, estaba muy cómodo entre los brazos de su alfa, pero ya quería llegar a su cama y descansar.

No espero mucho para que el menor repitiera su acción y se colocará de pie.

Comenzaron a caminar agarrados de la mano, estaban felices.

- Ran... ¿Sabés? Te voy a dar una oportunidad... Si la cagas, ya no hay vuelta atrás. - Suspiró - Podemos intentarlo. -

Y Ran solo suspiró enamorado, asintiendo repetidas veces.

¡Solo Son 8 Años! (Ranley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora