C.01

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Noviembre, 2022

Era la segunda semana de noviembre cuando Hoseok se enteró de que estaba embarazado.

Sus ojillos marrones se llenaron de lágrimas y en segundos estalló en un llanto desgarrador, un llanto silencioso y ahogado ¿Qué haría ahora sí estaba solo? No había nadie para él más que aquel pequeño bebé que tenía apenas un mes y unos cuantos días. Hoseok jadeo, sintiendo la agonía en su ser, sintiendo como su vida se arruinaba cada vez más y más, sus feromonas estaban cargadas en ansiedad, miedo y, sobre todo; cargadas en tristeza.

El omega no tenía los recursos ni dinero (dependía económicamente de aquel alfa) suficiente para traer a un cachorro a la vida, pero Hoseok no podía abortar porque no era capaz de hacer tal cosa y no tenía el valor suficiente para hacerlo, jamás sería capaz de hacer algo cómo eso aun sabiendo que si no lo hacía todo sería más difícil y complicado.

El alfa que lo había dejado en cinta lo abandonó porque jamás lo amo, su familia lo dejo también cuando era un niño y su único apoyo en ese momento fue un pequeño cachorro llamado Mickey que había muerto unos meses atrás gracias a aquel alfa inhumano que lo envenenó al saber que Hoseok encontraba refugio y compañía en el perro.

El castañito estaba cayendo en un pozo oscuro y lleno de desgracias, creyendo cada día que solo estaba destinado a vivir una completa vida de mierda.

El castañito estaba cayendo en un pozo oscuro y lleno de desgracias, creyendo cada día que solo estaba destinado a vivir una completa vida de mierda

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Noviembre 30, 2022

Hoseok camina por las frías avenidas con pasos cortitos, sus finos y delgados dedos aprietan levemente el viejo y desgastado abrigo que llevaba puesto esa noche, el castañito sabía lo riesgoso que era para él salir a esa hora, pero a esas alturas solo en las noches podía salir sin ser tratado como la peor aberración del mundo además de que necesitaba alimento y si tenía buena suerte aquella beta dueña de un pequeño restaurante de comidas caseras le daría algo para qué cenará esa noche.

Se acercó a la pequeña ventana cuando llegó, para su suerte todavía no cerraba y Hoseok agradeció eso en demencia aquella, no tardó a golpear suavemente el cristal de la ventana llamando la atención de la vieja beta casi de inmediato, el omega sonrió levemente cuando la viejita se acercó a él entregándole una bolsa con unos pequeños tazones de color verde dónde guardaban la comida que no habían vendido ese día.

— No es mucho, pero suficiente para que ustedes dos coman esta noche, ven mañana a la misma hora ¿Bien? —le dijo ella. — Ahora regresa sano y salvo a casa hope 

En respuesta, Hoseok movió su manita en el aire, dedicándole aquella sonrisa dulce de corazón que siempre formaba en su rostro. Hoy luego de todo su cachorro y él podrían comer bien, no siempre topaba con tanta suerte o bueno casi nunca tenía suerte, pero aquella beta siempre trataba de encontrar la forma de ayudarlo y eso hacía que el corazón del omega se sintiera cálido y que olvidará por unos minutos aquellos pensamientos que empezaban a acabar con él poco a poco todos los días.

SILENT AGONY | Yoonseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora