4• Lucas 18.8

367 60 63
                                    

«Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?»


Todo estaba borroso, Dekiriel podía distinguir el sonido de cuerdas rozando el acero. Sentía el olor a humedad y el calor de la sangre acumulándose en su cabeza.
Intentó moverse pero seguía fuertemente atado y las náuseas superaban los espasmos musculares.

En ese momento se dio cuenta... Estaba colgando.
Sacudió un poco su cabeza intentando distinguir algo, pero todo estaba invertido. No veía más que un montón de sombras borrosas y deformes.

Habían pasado algunos días desde que Katsuki instaló las poleas en el sótano, pero hasta ahora no las había usado y Dekiriel realmente no sentía curiosidad de saber para que las quería pero al parecer era hora de descubrirlo.

Entonces la silueta de Katsuki se hizo presente frente al ángel, y una risa ronca inundó los confines del asqueroso sótano.
"Vaya, vaya. ¿Al fin estás listo para jugar?" Estiró su mano y empujó suavemente el pecho de Dekiriel, haciendo que el ángel se balanceara ligeramente en el aire. "Pensé que tal vez estabas triste porque extrañas volar, y quise ayudarte a recordar lo que se siente". Katsuki se inclinó un poco para que su cabeza concordara con la de Dekiriel, y besó suavemente los magullados labios del ángel.

Dekiriel ya no oponía resistencia, igual no valía la pena. La sangre en su cabeza latía como si estuviese buscando la forma de drenarse. ¿Cuántas horas llevaba ahí colgado? ¿Cuánto tiempo más planeaba Katsuki tenerlo así? Con el rubio nunca se sabía. Dekiriel había llegado a la conclusión de que la forma más fácil de que todo acabara rápido, era fingir que nada estaba pasando.

Y así lo había estado haciendo con todo.
Ya no sentía dolor cuando Katsuki lo abusaba, no gemía ni lloraba, pues sentía que sus lágrimas finalmente se habían secado y sus cuerdas vocales se habían desgastado tanto que ningún sonido era capaz de escapar de su garganta.

Ya no oraba. Después de un tiempo Dekiriel comprendió que si su Dios quisiera salvarlo, no lo habría dejado pasar por este calvario para empezar. Y aunque el ángel quería convencerse a sí mismo de que su padre obraba de forma justa y sabia, su cerebro no lograba encontrar el momento en el que se había vuelto merecedor de tal castigo... Su divinidad se había ido junto con sus alas, pues mientras más tiempo pasaba en la tierra, más fácil se le había hecho comenzar a dudar de los métodos de Dios, hasta que finalmente su fé, al igual que su aureola, se había desmoronado en las manos de Katsuki.

Y es que el rubio no se volvía más suave con los días, sino que parecía encontrar nuevos niveles de sadismo, convenciendo a Dekiriel de que lo qué al principio había sido solo una especulación, ahora estaba claro que era cien por ciento real.
Lo descubrió un día cuando al mirar a las iris de Katsuki, no encontró pupilas, sino un par de agujeros rojo fuego que parecían tragar a Dekiriel mientras lo miraba. Y el ángel confirmó que el alma de Katsuki estaba manchada por la corrupción de un demonio.
No creía que pudiera haber sido poseído, pues de ser así Dekiriel nunca habría tenido que toparse con él. Esto era mucho más profundo, como si el alma de Katsuki estuviera podrida desde su concepción.

Volviendo al presente, Katsuki estaba desatando las cuerdas del agarre al que las había fijado para que Dekiriel no cayera, y el ángel pensó que quizás lo devolvería al futón, pero el hombre simplemente lo había hecho descender un poco más, situando la cabeza de Dekiriel a la altura de las caderas del rubio.
"Ah, entonces hoy será suave" pensó Dekiriel mientras el rubio se desabrochaba el pantalón.

Dekiriel había aprendido a distinguir el humor de Katsuki según sus acciones, y ya podía tener una idea de lo que pasaría según como el rubio decidiera empezar.
El angel sabía que los días suaves comenzaban así, usando su boca como juguete, y el rubio le acariciaría el cabello mientras lo hacía chupar sin permitirle respirar, y aunque esto no era exactamente del agrado de Dekiriel, era mejor que cuando el hombre estaba de mal humor.

꧁_Broken Angel_꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora