un nuevo lado

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El monstruo me guiaba a través del castillo para llegar a lo que sería mi cuarto, caminamos en silencio con algunas cuantas lágrimas brotando aún de mis ojos hasta llegar a la alcoba.

Te quedarás aquí, a partir de ahora este es tu hogar así que puedes ir a cualquier parte del castillo menos a la última habitación que se encuentra arriba- pronunció rompiendo el silencio y abriendo una puerta.

¿Que hay ahí que no puedo ir?- cuestioné.

Nada que te incumba- gruño molestó.
Cenaras con nosotros esta noche, y no es pregunta, es una orden- dijo para luego azotar la puerta.

Luego de estar dentro de la oscura habitación completamente solo, me puse a llorar nuevamente.
La idea de no volver a mi familia, específicamente a mi hermano, me mataba. Lloraba desconsoladamente en la orilla de la cama cuando alguien tocó a mi puerta.

Adelante- dije mientras secaba mis lágrimas.

Disculpe que le moleste, pero la cena está servida y el señor bowser ordena que baje a cenar- el pequeño mago dijo con un tono de nerviosismo.

Gracias, pero dígale al "señor bowser" que no iré y que puede comer solo.- las palabras "señor bowser" las dije en tono de disgusto, lo que provoco una mueca en el maguito.

Lo siento, pero así lo ordena el señor, debería bajar, cuando el amo se enoja es muy difícil y temo que no querrá verlo así- me advirtió.

Que no bajaré, no tengo hambre- replique.

La criatura se limito a asentir con una mueca de duda y se marchó de mi habitación.

Pasaron menos de cinco minutos cuando fuertes golpes se escuchaban en mi puerta.

Te dije que bajarás a cenar- el fuerte grito de bowser se escuchó al otro lado.

Dije que no tengo hambre- grité en respuesta.

Bien, ¡muere de hambre entonces!- fue lo último que oí de el.

Pasada una hora ya tenía hambre y dudé mucho el si salir de mi cuarto para ir a la cocina por algo rápido para comer, pero finalmente decidí que eso era necesario.

Con sigilo bajé a la cocina, para suerte mía no había nadie ahí, así que tome algo rápido de lo que se encontraba en la mesa y alacena para comer apresuradamente y luego regresar a mi cuarto, pero cuando iba de regreso me tope con las escaleras que daban para las habitaciones de arriba de la mía.

Bowser me advirtió que no debía subir a ese piso, pero las dudas surgían en mi mente, ¿Qué era lo que escondía? ¿Por qué yo no podía ver?.

Lo pensé por unos instantes, mi lado miedoso y racional decían que no subiera, pero mi lado curioso moría por saber que era lo que bowser escondía.

Tomé valor y empecé a subir las escaleras con mucho cuidado para no hacer ruido y que no me descubrieran.

Finalmente había llegado al tercer piso del castillo, estaba justo en el borde de las escaleras cuando bowser salió de la habitación a la cual me prohibió la entrada.
Había salido con una sonrisa pero en cuanto me vió esa sonrisa se borró, dejando a la vista una mirada de molestia.

¿¡Que haces aquí!? Te dije que tenías prohibido subir a este nivel.- me gritó, el tono en el que lo hizo fue tan violento que temía por mi vida.

Yo... Yo lo siento, es solo que...- ni siquiera puede terminar de explicar cuando volvió a gritarme.

¡Te dije que no subieras y me desobedeciste!- un grito acompañado de un rugido estruendoso se escuchó en todo el castillo.

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